TVE quiere ganar Eurovisión. Lo que parecían simples promesas de cara a blanquear una complicada situación tras un nuevo descalabro, finalmente, se están convirtiendo en hechos tras el anuncio de la nueva delegación que trabajará en la candidatura de España en el próximo Festival de la Canción.

Y es que el pasado 22 de julio se prometió en la presentación del nuevo Festival de Benidorm, la preselección que elegirá a nuestro próximo representante, que se contaría con “un grupo de trabajo de expertos que hay en la casa” y que se apoyarían en “asesoría externa para contar con los mejores expertos y hacer de este Festival un éxito". 

Durante la presentación de esta nueva preselección, de hecho, hubo dos palabras que se repitieron: “ganar” e “ilusión”. Parece que este año se tomarán las cosas más en serio. Amalia Martínez de Velasco, la directora de contenidos en RTVE, apuntaba que hay “mucha ambición, nos queremos colocar a otro nivel” y afirmaba que a partir de ahora Eurovisión tendrá una estrategia a largo plazo, con una planificación anual. “Se debe trabajar desde el día siguiente que termine el anterior”, apuntaba.

Eran, por tanto, palabras que volvían a ilusionar a la comunidad eurofan española tras varios años con resultados desastrosos que culminaba con un puesto 24 de Blas Cantó. Pero las palabras se las lleva el viento y necesitaban apoyarse con hechos y decisiones. Ahora, el grupo de trabajo que se ha formado para trabajar en el diseño del proceso de selección de cara a Eurovisión 2022 vuelve a reafirmar esa ilusión ya que, ahora sí, parece que TVE va por todas.

Y es que el comité tiene nombres que invitan a la esperanza. Entre ellos encontramos a grandes conocidos del eurofandom como Irena Mahía o César Vallejo. Ambos han sido enviados especiales al certamen durante seis ediciones por lo que estamos hablando de dos profesionales muy comprometidos con el festival, y dos verdaderos expertos.

Además, fueron los encargados, entre otros, de poner en marcha el Eurocasting, una preselección online para encontrar al sexto candidato del Objetivo Eurovisión de aquel año. Este casting fue, quizás, el último destello de calidad y originalidad de una preselección española.

Y es que el impecable trabajo del equipo web del ente público liderado por César Vallejo, Irene Mahía y Paloma G. Quirós y su atractiva propuesta cumplieron con las exigencias de los eurofans. Con unos medios y un presupuesto más que limitado, la que podría ser bautizada como "la nueva generación eurovisiva" consiguió lo impensable para una emisión atada a ser visualizada en soporte web: suplir muchas de las carencias de las grotescas galas de preselecciones que hemos tenido que sufrir en los últimos años.

En cuanto al resto de miembros del comité, encontramos nombres como los de María Eizaguirre y Esteban Calle, ambos ligados a los sectores de comunicación y marketing del ente público. La primera fue una de las 20 finalistas a presidir RTVE, mientras que Calle fue encargado de producir programas como Música Uno o El Disco del año.

También encontramos un nombre muy conocido por los eurofans, el de Fernando Macías, cara visible del área digital de Eurovisión desde la edición de Lisboa 2018; a Javier Martín, periodista conocido en el fandom por sus piezas en el informativo sobre el festival; o Jordi Vives, realizador de grandes formatos de TVE como Operación Triunfo o las galas de los premios Goya.

Lógicamente la música tendrá mucho peso en este comité, por ello encontramos nombres como los de Virginia Díaz y Julio Ródenas. Díaz es una de las caras más importantes de Radio 3, la radio especializada en música independiente y presentadora del programa Cachitos de hierro y cromo de La 2. También de Cachitos llega Ródenas, guionista del espacio y director y presentador de Turbo 3 en Radios 3, programa sobre actualidad musical.

Junto a ellos estará también Julia Varela, uno de los nombres imprescindibles dentro del universo Eurovisión en los últimos años gracias a su labor como narradora del certamen junto a Tony Aguilar. 

En general, con estos nombres TVE apuntala un destacable comité de profesionales de la casa que, en su mayoría, han estado ligados al festival en algún momento. Hay además un importante equilibrio entre los ámbitos de trabajo (comunicación, música, televisión, radio, periodismo...), esencial para que la maquinaria funcione a la perfección de cara al trabajo en los próximos años.

La nueva jefa de delegación también invita al optimismo

A la cabeza estará la periodista Eva Mora, nombrada como nueva jefa de delegación relevando a Ana María Bordas. Es este quizás el cambio más significativo, ya que se abre una nueva etapa total en España en Eurovisión con un rostro que conoce el festival a la perfección.

La periodista está vinculada a RTVE desde el año 2000, donde ha desarrollado labores de redactora y reportera en los Servicios Informativos, además de diferentes programas. Ha sido enviada especial al Festival de Eurovisión en cinco ediciones (2012, 2013, 2014, 2015 y 2016). En mayo de 2020 fue elegida para comentar junto a Tony Aguilar el programa especial Eurovisión: Europe Shine a Light y en noviembre de ese mismo año fue una de las comentaristas de la edición número 18 de Eurovisión Junior.

Este cambio ha provocado una oleada de mensajes de los eurofans, todos positivos, ya que Mora ha manifestado en diferentes ocasiones sus opiniones con respecto al festival, muy cercanas a las que tienen también los seguidores. En un encuentro con algunos de ellos llegó a asegurar que "a Eurovisión no van artistas, van canciones, y tiene que ganar una buena canción", una de las máximas más importantes para triunfar en el Festival de la Canción.

Bien es cierto que ilusionarse con España en Eurovisión ha quedado ya patente que es una mala idea, viendo los resultados año tras año. Pero, por primera vez en mucho tiempo, tanto la cadena como todos los implicados están demostrando una actitud nunca antes vista que invita a pensar que los cambios importantes, de cara a la preselección en Benidorm y al Festival propiamente dicho, se están haciendo. Los resultados están por ver, pero las ganas están ahí. Volvamos a soñar.