Siete años después de su final, Los misterios de Laura regresará próximamente a La 1 de TVE con un capítulo especial que reunirá a los personajes de la comedia policiaca y que ya está rodando en Madrid estos días hasta mediados de septiembre.
El especial, una producción de RTVE en colaboración con Veranda TV (Grupo Mediawan), reúne a gran parte del reparto original de la serie, con María Pujalte dando vida de nuevo a la peculiar inspectora Laura Lebrel, junto a Oriol Tarrasón, Laura Pamplona, Beatriz Carvajal y César Camino.
Además, el capítulo especial cuenta en su reparto con actores como Raúl Mérida, Joaquín Climent, Carmen Conesa, Carlos Hipólito y Nadia Al Saidi, entre otros.
Pablo Guerrero dirige El Misterio del asesino inesperado, con guion de Javier Holgado y Carlos Vila, creadores de Los Misterios de Laura. La tvmovie se rueda hasta el próximo día 16 de septiembre en exteriores naturales de la Comunidad de Madrid.
‘El misterio del asesino inesperado’
Noche de celebración en una prestigiosa universidad privada, enclavada en un precioso campus lleno de espacios verdes y edificios antiguos de piedra. Muchos invitados al acto de fin de curso del grado de Criminología, organizado por el rector Eugenio Ortiz, un reputado teórico y antiguo asesor de la policía, que lleva más de 50 años enseñando a las nuevas generaciones de investigadores y agentes de la ley la forma de resolver los crímenes más truculentos e inexplicables.
Mientras se prepara para dar su discurso de cierre del año académico ante profesores, alumnos y padres, Ortiz estrecha unas cuantas manos e intercambia unas palabras breves con algunos asistentes antes de meterse en su despacho, donde termina de hablar con una de sus colaboradoras. Cuando esta mujer se va y lo deja a solas, Ortiz cierra la puerta.
Casi de inmediato, desde el exterior se oye su voz, encarándose con alguien que debe de estar allí con él. Los gritos llaman la atención de más y más gente, que se van acercando a la puerta cerrada e intentan entrar cuando oyen que Ortiz empieza a pedir ayuda a gritos. Sin embargo, la puerta está cerrada con llave por dentro, y mientras buscan la manera de echarla abajo, se oye un disparo.
Todos fuera se quedan congelados y aúnan esfuerzos para tirar la puerta abajo. Sentado a su mesa, Ortiz está muerto con un tiro en el pecho. No hay arma del crimen a la vista. Puertas y ventanas están cerradas desde dentro. Y por supuesto, no hay ni rastro del asesino.