A finales de la semana pasada, Mediaset España realizaba un anuncio que prometía ser revolucionario: Telecinco adelantaría el inicio de sus contenidos estelares a las ocho de la tarde, así como el final de sus ofertas de programación nocturnas.
La estrategia dejaba en el aire una serie de dudas que hacían presagiar que esta media no era tan revolucionaria como pretendían vender, sino que simplemente se trataba una forma de darle valor a la decisión de elegir también Secret Story, su nuevo reality, para competir contra Pasapalabra.
La verdadera revolución, sin embargo, era otra. Por primera vez en su historia, Mediaset España dejará atrás los probables prejuicios que pudiera tener para apostar por dos realities en su parrilla: el citado Secret Story y La última tentación.
A finales de mayo, desde este medio nos preguntábamos si el anuncio de la producción del spin-off de La isla de las tentaciones podría paralizar la vuelta de Gran Hermano VIP en otoño a Telecinco, dado que no parecía imaginable que el grupo apostara por dos realities en su parrilla.
Hasta entonces, en Mediaset España habían apostado por un reality cada trimestre (Gran Hermano, Supervivientes o La isla de las tentaciones), ya que estos podían ocupar hasta tres prime time con bastante éxito de audiencias. Sólo en la última edición de La isla de las tentaciones, y durante las primeras semanas, el grupo únicamente ocupó dos de sus noches con el reality.
Sin embargo, las cosas han cambiado. Por una parte, aunque Secret Story es una especie de Gran Hermano disfrazado para evitar posibles boicots por el caso Carlota Prado, es un reality nuevo y con una marca desconocida para la audiencia, cuyo rendimiento en audiencias era (y es) un misterio.
De ahí que desde Mediaset hayan querido ser precavidos y apostar también en su parrilla por una marca consolidada y sinónimos de grandes audiencias como La isla de las tentaciones para suplir de alguna manera los datos de Secret Story si estos no fueran los esperados.
Ausencia de grandes formatos
A todo ello se suma la ausencia de otros grandes formatos internacionales en el catálogo del grupo. En la actualidad, además de Secret Story y La isla de las tentaciones, Mediaset sólo cuenta con Got Talent, que también está actualmente en parrilla. No ocurre así con Atresmedia que cuenta en su oferta con La Voz, Mask Singer, Veo como cantas, Tu cara me suena, LEGO Masters o El Desafío.
Asimismo, el hecho de haber vendido la primera ventana de emisión de sus series a Amazon Prime Video también ha hecho mella en las audiencias de éstas. Y así, donde antes podía cubrir un prime time con éxito con una serie, como por ejemplo La que se avecina, ahora están condenadas a ser desterradas a un segundo prime time.
Por último, y no por ello menos importante, la diferencia en audiencias entre ambas cadenas es mucho menor ahora que en marzo. Entonces Telecinco promedió un 16,3% por el 14,4% de Antena 3. Ahora, en lo que llevamos de septiembre, la de Atresmedia supera a la de Mediaset en cinco décimas (13,8% vs. 13,3%).
La explicación se encuentra en el hecho de que, mientras Antena 3 cuenta con una parrilla muy estable que, incluso frente a la Eurocopa, ha conseguido mantener sus datos; Telecinco ha apostado más por estrategias cortoplacistas que ahora le están pasando factura.