Miguel Frigenti se ha convertido en uno de los protagonistas de Secret Story: La casa de los secretos. El periodista se siente desplazado de la convivencia, y ha chocado con más de un compañero. Contra Isabel Rábago estalló acusándola de mediar en su despido de Ya es mediodía, y con Emmy Russ, por un tema tan delicado como es la higiene femenina.
La alemana se ha ganado a pulso su fama de desordenada, pero el de Talavera de la Reina ha ido más allá y la ha señalado por dejar sus tampones usados en lugares poco apropiados. “Vete a vivir sola y deja los tampones sucios en tu casa, aquí vives con más personas. Y si no te gusta, que te lo digan...”, le reprochaba Frigenti a Russ, cuando la joven influencer no entendió que todos sus compañeros la señalaran como la habitante más sucia.
Ponerte a convivir con muchas personas desconocidas no debe ser fácil, y es frecuente que en algún momento haya una confrontación por problemas relacionados con la higiene y la limpieza. De hecho, Emmy no es la primera participante que se dejaría sus tampones usados por medio.
Hace ya 15 años, María Jesús Ruiz concursó en La Granja de Antena 3, el formato que luego Telecinco emitió como Acorralados, y parece ser que actuaba igual que la alemana. Según explicó años después Terelu Campos, la presentadora, “el programa tuvo que autocensurarse, porque era muy complicado y muy desagradable emitir determinadas acciones higiénicas de María Jesús Ruiz, relacionadas con la mujer, y previas a relaciones íntimas”.
La Miss España dejaba sus tampones usados “donde buenamente le pilaba”. “Había acciones que ella hacía cuando estaba con el periodo, que eran poco correctas debido a que estaba en convivencia con varias personas”, reconoció Terelu, que contó en Sálvame que aquellas imágenes nunca vieron la luz “porque eran muy desagradables”.
Ojo que no todas las concursantes femeninas utilizan tampones, en algunos casos, porque ni saben. En 2019 en Gran Hermano VIP Noemí Salazar confesó a las chicas de la casa que jamás había utilizado uno de estos productos de higiene, y se animó a probarlo con la ayuda de Alba Carrillo y Estela Grande. Sin embargo, a la de Los Gipsy Kings no le terminó de convencer la propuesta, sobre todo, porque no sabía sacarse el aplicador.
Otra cuestión que ha generado muchos debates en Gran Hermano es si se puede orinar en una ducha que es común para todos los habitantes. En Gran Hermano 7 la concursante Sara de Lucas acusó de forma escandalosa a su compañero Dayron por hacer esta práctica; lo que pocos se esperaban entonces que Mercedes Milá le defendiese, diciendo que ella también lo hacía.
Años más tarde, en Gran Hermano VIP 4, hubo una discusión similar entre Fran ‘El Pequeño Nicolás’ y Laura Cuevas, pues ella confesó que había orinado en la ducha. Él la llamó “cerda” por esto, y ella desde entonces no le dejó pasar ni una.
¿Por qué puede un concursante de Gran Hermano querer orinar en la ducha? Quizá porque el retrete no esté del todo limpio. En ese sentido, podemos recordar el caso de una “caca flotante” en la casa de Gran Hermano VIP 7. Una deposición obra, en teoría de Kiko Jiménez, y que fue vista por todos porque Dinio les llevó a contemplarla. La encargada de hacer los baños era la difunta Mila Ximénez, que se cabreó porque no se lo hubiesen dicho a ella como responsable.
En la casa de Gran Hermano muchas las anécdotas vividas alrededor del retrete. Por ejemplo, en GH 12, Laura contó un día que se sentaba encima de las piernas de Marcelo, su chico, mientras él hacía de vientre. Una situación que pocos compañeros vieron como romántica.
Las bromas relacionadas con el baño son peligrosas en Guadalix. En GH VIP 5, Elettra Lamborghini y Aylén Milla quisieron gastar una broma pesada a Aída Nízar y Daniela Blume que acabó de forma muy grotesca. Las dos primeras se encerraron en el cuarto de baño de la casa de Guadalix de la Sierra para derramar cacao en polvo en la taza del retrete simulando ser heces. La broma se salió de madre en el momento en el que Aída defecó en el suelo del cuarto de baño para sorpresa de sus compañeros.
Sin olvidar el momento del cepillo de dientes de Carlos Lozano en Gran Hermano VIP en 2016. Las ya casi olvidadas Belén Roca y Charlotte le hicieron una broma de dudoso gusto al presentador de Operación Triunfo, consistente en pasar por el váter su cepillo dental. Un cepillo que Lozano finalmente utilizó; el programa no intervino advirtiendo de este hecho, dejando a Lozano expuesto a infecciones intestinales y extra intestinales. Mónica Hoyos, expareja de Lozano, pidió la expulsión inmediata de ambas, pero no sirvió de nada.
Cuando hablamos de un reality como Supervivientes, que no tiene cuarto de baño como tal, los problemas de higiene (y los fisiológicos) adquieren una nueva dimensión. A lo largo de las más de diez ediciones de este reality hemos visto heces flotando en el agua (como sucedió en la edición 2019), deposiciones escondidas en mitad de la isla (como una que se atribuyó a Raquel Mosquera en 2018) o aquella otra que terminó pegada en un calcetín.
Pero nadie superará el momento que Tony Genil protagonizó en el año 2011. El que fuese décimo expulsado estaba dando lo mejor de sí en una de las pruebas de líder, tanto, que se cagó encima del esfuerzo. “Cuando regrese a Madrid la gente me va a gritar por la Gran Vía cagón”, reconoció el cantante, al que conocimos gracias al fenómeno del Tamarismo.