El pasado sábado una de las estrellas del Deluxe fue Magdalena Clavero, hermana de doña Ana, la madre de Isabel Pantoja. Un personaje que ha ganado protagonismo en las últimas semanas gracias a la boda de Anabel Pantoja, pues Magdalena reclamaba un sitio para Bernardo, el padre de la contrayente.
Este martes Magdalena regresaba a Sálvame, pero allí su momento de fama se le está acabando por completo. “Dicen que estás actuando como una lianta”, le advertía Jorge Javier Vázquez, que presentó el programa. El de Badalona le recordaba cómo criticó la boda “con unas críticas terribles” y que unos días atrás estaba “hecha una furia”, por lo que podría haber recibido llamadas de reproche.
Ella decía que nadie ha llamado, pero que su sobrino Bernardo, padre de Anabel, “se enfadó muchísimo” por el tipo de ceremonia, y que su salud podría haber enfermado por la diabetes que padece, y que igual le tienen que cortar otra vez la pierna.
Su relato quedó roto por la intervención del reportero José Antonio León, quien dijo que Magdalena y Bernardo podrían estar “compinchados” para “sacar dinero” en televisión, pues les han visto juntos comiendo y “celebrando” la intervención de ella el sábado. El hermano de la tonadillera no se habla con Anabel, y desmontó así la versión de Magdalena, que decía que charlaron el mismo día de la boda.
Entre José Antonio León y la invitada continuó una pequeña discusión sobre la autonomía de Bernardo y cómo Anabel podría haberse encargado de pagar todo. “¡Que lo pague su hija que gana mucho dinero!” decía Magdalena en un momento dado.
Finalmente, la dirección tomaba una decisión muy radical sobre el testimonio de Magdalena. “La dirección detecta contradicciones y piden que abandones las instalaciones de Mediaset”, le dijeron a la invitada. Lejos de enfadarse, ella dijo que ya había pensado en no volver más, porque “lo paso muy mal”, decía mientras se marchaba.