El colaborador televisivo Kiko Matamoros ha intentado romper este domingo esa imagen de hombre fuerte y frío a la que todos le tenemos asociados. Y es que en el programa Viva la vida ha hablado con Emma García de cómo fue su relación con su padre, un hombre violento, según su testimonio.
Todo empezó porque el programa presentado por Emma García rescató una entrevista de Kiko en YouTube donde hablaba de este hecho, y en la que afirmaba que recibía una “somanta de hostias” tanto en propio hogar como en el colegio.
Unos episodios de violencia que “rozaban el salvajismo”, según las palabras del que fuese concursante de Gran Hermano VIP. En el caso de su casa, el violento era su padre, y atribuye su comportamiento a su educación militar. Sin embargo, él decidió perdonar a su progenitor por este comportamiento, y no le responsabiliza de nada. “Pero no voy a ocultar la situación que a mucha gente de mi época le tocó vivir”, decía.
La violencia en el entorno familiar era consecuencia “del franquismo puro y duro” y recordó que “en los colegios las agresiones y determinados tipos de abusos estaban a la orden del día”.
La razón por la que perdonó a su padre es porque con el tiempo “todos los padres llegamos a resultar ridículos o desfasados a nuestros hijos por la formación y educación que hemos recibido” y dijo que a su padre lo quiere mucho, y que gracias a él está aquí.
Kiko Matamoros continuó este relato sobre sus duros años en la infancia explicando que, como padre, nunca ha infligido violencia sobre sus hijos. “No les he puesto una mano encima en la vida por el rechazo que me produce esa educación”, aseguraba, no sin lamentar que prestó poca importancia a las notas del colegio y que ahí sí que pudo haber sido “más exigente”.
Sobre su madre, el colaborador solo tuvo bellas palabras. “Era muy generosa. La echo mucho de menos”, aseguró, recordando que tenía “la sonrisa más bonita del mundo”.