Una de las noticias del corazón de este lunes ha sido la exclusiva que Kiko Rivera ha dado para explicar que ha enterrado el hacha de guerra con su madre, Isabel Pantoja, y Sálvame no podía pasar por alto esta información.
Como era de esperar, Rafa Mora, amigo íntimo de Kiko, ha dado la cara por el DJ , diciendo que Sálvame tendría que estarle agradecido por “ofrecerles contenido para todo el programa”,y se ha enfadado de forma muy sonora tanto con Belén Esteban como con Nuria Marín, que era la encargada de presentar el formato de corazón hoy.
Todo comenzó porque Carmen Borrego realizó unas críticas, y Mora le recriminó que fuese a hablar de exclusivas precisamente ella, “que has hablado lo más grande”. Entonces Belén Esteban le dio la razón a la hermana de Terelu. “La diferencia entre la hermana y la prima es que vienen a colaborar, Kiko Rivera se pone en una exclusiva y cobra diez veces más”.
“¡Es acojonante! ¡La que más exclusivas ha hecho en este país recrimina a Kiko Rivera que haga exclusivas!”, decía Rafa Mora a la princesa del Pueblo. “Yo no critico a mi prima y a mi hermana es que es acojonante”, insistía. Nuria Marín intentaba pararle los pies dándole un consejo. “Creo que si estás defendiendo todo, mi opinión es que te equivocas y en ocasiones haces un flaco favor, creo que te estás equivocando”, le advertía.
Poco después un reportero esperaba debajo de la casa de Kiko Rivera para ver si lograba algunas declaraciones, y Nuria sugirió que dejase asomando un billete del bolsillo. “Si Kiko sale igual puedes ofrecerle algo a cambio de que responda a algunas preguntas”, sugería la presentadora, algo que hizo que Rafa Mora estallase por completo y saliese del plató. La conductora le preguntaba si se había ofendido. “Será que no tengo razón, que no habla por dinero Kiko...”, espetaba.
“Kiko nos ha dado muchos minutos de gloria a todos de manera gratuita, que me digas que todo lo que hace me molesta…” decía Rafa Mora, recapitulando las veces que el DJ y cantante ha entrado en el programa sin pedir nada cambio. Nuria, por su parte, no daba ni un paso atrás. Así, argumentó que como profesional de la comunicación se siente engañada cuando “nos toman por el pito del sereno”. “Después de todo lo que ha contado sobre su madre en los platos, leer ahora sus palabras... me siento engañada”, insistía. Rafa, por su parte, seguía defendiendo a su amigo y a su derecho a cambiar de opinión y a perdonar a su madre.