'Secret Story': ¿Vamos a comprar la carpeta fake de Cristina y Luca, los marqueses de AliExpress?
- Se está viendo a leguas que la periodista deportiva y Onestini están intentando replicar la misma estrategia que llevaron a cabo Adara Molinero y Gianmarco en 'GH VIP 7'.
- Lara Álvarez, la estrella de 'Secret Story' que merece un formato a la altura de sus méritos
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Me niego a que volvamos a comprar la misma historia... otra vez. Me niego a que nos tomen por tontos cómo si estuviéramos viendo nuestro primer reality. Cristina Porta y Luca Onestini lo están haciendo. No debemos permitirlo. ¿Por qué Cristina y Luca están intentando ser los Adara y Gianmarco de 2021, pero en Secret Story?
Que en su día, nos hubiéramos creído la historia de amor de la ganadora de GH VIP 7 y del italiano, tiene un pase. Hasta aquí, todo correcto. Pero se está viendo a leguas que la periodista deportiva y Onestini están intentando replicar la misma estrategia. ¿De verdad creen que nos lo volveremos a creer?
Partimos de la base de que Cristina entró, vendiéndose al igual que Frigenti, como una gran experta del concurso. Hay que ser profundamente torpe para decir eso, y más sabiendo que el público puede pensar que cualquier movimiento que hagas está condicionado por tu experiencia en la teoría de los realities. Aquí Cristina ha sido torpe.
Su presencia en la casa no me transmite buenas vibraciones. Su actitud me parece altiva, prepotente y, muchas veces, impostada. Es decir, muy artificial. Pretende controlar los tiempos y eso, en un reality, es imposible. Está dilatando su historia con Luca para así seguir sumando semanas del concurso. Creo, además, firmemente, que mide los tiempos como ya he dicho y que por ello pretende vender su trama en fascículos. Uno, para que el programa centre su escaleta en ella y así la cuide más, pues es de las pocas tramas que surgen y ella sabe que el programa está ávido de contenido. Y segundo, para que los seguidores de ambos vayan consumiendo esta trama mediante una suscripción semanal. ¿Qué quiero decir? Que está incentivando a su público para que vote para salvarla, para así seguir viendo esta fake carpeta.
Con todo esto, no estoy adjudicando a Luca el papel de víctima. Ni mucho menos. Son tal para cual. Ambos son conscientes de la situación y juegan con ello. A fin de cuentas, Luca ha intentado replicar la estrategia, burda y previsible, de su hermano en GH VIP: ir tanteando el terreno con distintas compañeras y finalmente, arrimarse a la favorita del público.
¿No hizo eso Gianmarco en el VIP? Intentó enredar a Alba Carrillo, Nuria MH… ¡Hasta a Anabel Pantoja! ¿Y que está haciendo su hermano? Primero, que si Emmy, luego que si Cristina. ¡Venga ya! Si por mí fuera, ambos deberían ser expulsados del concurso. No puedes pretender jugar así. Esto sí que no es legítimo. Ambos se han convertido en los marqueses de Ali Express, pues están haciendo lo mismo que Adara y Gianmarco en su respectiva edición.
Y luego Cristina acercándose a Adara. ¡No es lista ni nada la amiga! A veces, la catalana resulta tan previsible que resulta insultante. Ha sabido a quien arrimarse para beneficiarse. Y no me caben dudas de que intentará quitarse a Adara de encima como rival, de manera sibilina y maliciosa. La periodista deportiva tiene un objetivo claro y vidente: ganar el maletín de Secret Story. No me caben dudas de que se llevará por delante a quien haga falta. La cuestión es: ¿el público la corresponderá? El tiempo dirá.
Desde luego, un hueco en la final, le auguro. Eso, seguro. ¿El puesto en el que quedará? Veo complicado que se alce con la victoria, pero no sé por qué, le auguro el segundo puesto. Y como suceda esto último, no se lo tomará nada bien. Ahí descubriremos a la verdadera Cristina Porta.
¿Se han mimetizado algunos concursantes con el mobiliario de la casa?
¿Alguien sabe algo de Isabel Rábago? ¿Y de Luis Rollán? ¿Y de Sandra y Julen? Hoy el día va de títulos nobiliarios. Tras los marqueses de Ali Express, llegan los marqueses de Ikea. Parece que en Guadalix abunda mucho nobiliario... ¿o mobiliario? Esa es la verdadera cuestión. Nunca entenderé el pasotismo de ciertas personas cuando están en un reality. Allí van a vivir la experiencia, pero también es un trabajo remunerado. Y de ellos se espera, como mínimo, que sean visibles. Es lo mínimo que les exijo. No digo que deban ser notorios, pero por lo menos que se note su presencia, más allá de una simple figuración detrás de Lucía Pariente, Adara o Gemeliers.
Sorprendente es el nombre de Isabel Rábago. Su nombre era una de las sorpresas del casting y era una gran esperanza para el espectador. Y está siendo una decepción en todos los aspectos. Desde aquella bronca con Miguel Frigenti en una gala, vive en un letargo y en un segundo plano. Con lo profesional que es, ¿de verdad está orgullosa de este trabajo? Ni se me ocurriría cuestionarla como periodista pero, como concursante de reality, está siendo la nada más absoluta.
Y no me equivoco si digo que ella es la que tiene, actualmente, el caché más elevado de la edición. Rábago ha perdido de esta manera legitimidad para juzgar a los futuros concursantes de realities. Sigo albergando algún atisbo de esperanza de que despierte en los próximos días y se implique más en la convivencia. Isabel, te lo pido.