La gala de este domingo de Secret Story: La noche de los secretos será recordada en el futuro y no precisamente por el buen espectáculo ofrecido. Y es que Adara Molinero, una de las concursantes, sufrió un ataque de ansiedad por un mensaje escrito por Lucía Pariente, la última expulsada, quien le atacó por su relación con su padre.
Tras ofrecer la organización varios tuits de Pariente a otros concursantes le tocó el turno a Adara, que leyó el mensaje. “Para Adara: ¿cómo puedes llevar dos años sin relación con tu padre? Un padre es el 50% de tu equilibrio emocional. Intenta reconciliarte, te hará bien”, rezaba el tuit, que hizo que la ganadora de Gran Hermano VIP entrase en shock y se pusiese a llorar de forma desconsolada, con la respiración entrecortada. Sus compañeros Luis Rollán y Luca Onestini acudieron a socorrerla.
Jordi González comentó entonces que eso eran los “consejos de Lucía Pariente a personas que no traga, como Adara”, y le recriminó a la última expulsada que el comentario no tenía que ver con el concurso, obviando que es el propio programa quien se lo ha puesto, quien no ha filtrado preguntas relacionadas con el juego y la convivencia. Pariente, por su parte, se justificaba diciendo que era un tema que habían hablado dentro de la casa de Secret Story y que se lo había dicho “con cariño. Como una oportunidad de salir y hablar con su padre”.
Lucía Pariente fue entonces tachada de “cruel” o de “hiriente”, aunque ella se escudaba en que “las cosas en la vida son como tú te las quieras tomar”. Elena Rodríguez, madre de Adara, habló a través de Miguel Frigenti, señalando que esa frase tenía por único fin hacer daño, y Gianmarco Onestini le afeó por tener una actitud en la que “siempre piensas que eres la mejor y los demás somos los peores”.
Un rato después Jordi conectó con la casa para descubrir cuál era el secreto de Lucía Pariente, y entonces Adara pudo dar su opinión de lo sucedido. “Nadie de aquí sabía cómo estaba la relación con mi padre, solo ella, porque lo hablamos en el jardín. Y aprovechar algo así, cuando solo ella conocía el tema, es algo bajo y ruin”, se lamentó Molinero.
El secreto que pertenecía a Lucía Pariente, tal como se explicó, es “Mi familia no sabe que la estafé”. Todo ocurrió cuando tenía 15 años, y aceptó un trabajo pintando sin saber hacerlo. Ella acudía al trabajó y su hermana era quien pintaba, y ella tan solo firmaba los trabajos.