Este miércoles Bertín Osborne se pasó por El Hormiguero en Antena 3 para presentar su nuevo trabajo musical, Cuarenta años son pocos, con el que celebra sus cuatro décadas dentro de la industria musical, y que verá la luz este mismo viernes.
En su encuentro con Pablo Motos el también presentador de televisión se mostró muy vulnerable. “Hoy es un día complicado para mí. Ayer por la noche murió mi mejor amiga y hoy estoy muy revuelto y jodido”, dijo al inicio del programa. “Sin embargo, esta mañana cuando me he levantado, tenía como veinte entrevistas por lo del disco, y he pensado qué haría Mercedes (Mercedes Domecq Ybarra, su amiga, fallecida a los 70 años) si me viera en esta situación. Ella me daría una patada en el culo y me diría que saliera aquí y me divirtiera. Y por eso tengo esta sonrisa, aunque me cuesta sacarla”, reconocía el de ‘Buenas noches, señora’.
Al repasar su carrera Pablo Motos le preguntó a Bertín por su trabajo en una telenovela que se pudo ver en América Latina. “No había visto una novela en mi vida, pero estaba tieso, vivía muy bien en Miami, pero no llegaba a fin de mes”, reconocía el jerezano. Su primer impulso fue rechazar el proyecto, pero cambió de opinión por el caché. “Cuando me contó lo que pagaban la cosa cambió, y me puse a ver telenovelas”, reconocía entre risas.
Lo que él no imaginaba es que un culebrón podía alargarse durante mucho tiempo. “A los tres meses le pedí al director que matara a mi personaje”, explicó, para luego contar como anécdota que cuando se emitió ese capítulo en México le paraban por la calle para decir que menos mal que no había muerto en la vida real.
Este trabajo al que Bertín hacía referencia es la serie Amor de nadie. Su personaje, Óscar Navarro, era uno de los grandes amores de la protagonista, Sofía (Lucía Méndez). Ambos acababan casándose en Jerez, pero él moriría asesinado por los celos de una malvada modelo. En 1997 Bertín participaría en otra telenovela, Alondra, protagonizada por Ana Colchero y en la que encarnó al capitán Andrés Kloszt.