La muerte de la joven Rocío Wanninkhoff fue uno de esos trágicos sucesos que quedaron muy marcados por el papel de los medios de comunicación. En septiembre de 2000, Dolores Vázquez fue detenida como principal sospechosa del asesinato de Rocío, hija de su expareja, y eso conmocionó al público y presionó a la policía para que encontrara respuestas rápidamente.
Pronto Dolores fue estigmatizada públicamente por su sexualidad, su carácter y su aparente indiferencia hacia el caso, y fue descrita como una asesina fría, calculadora e inteligente. Se nos dibujó una auténtica criminal, imagen en la que colaboró y mucho Alicia Hornos, la madre de Rocío, quien se convirtió en una invitada frecuente en televisión.
Durante el juicio, la Fiscalía no aportó evidencias que demostraran la culpabilidad de Dolores Vázquez y se centraron en la relación que mantenía con la madre de Rocío. Finalmente, Vázquez fue encarcelada.
En el año 2003, otra chica malagueña, Sonia Carabantes, murió asesinada en una localidad cercana, y una prueba de ADN situó a un mismo hombre en los dos escenarios, Tony Alexander King. Él era el culpable. Quedaba así exculpada Dolores Vázquez, que había pasado pasó 519 días en prisión por un crimen que nunca cometió. Desde entonces permaneció años en silencio, hasta ahora.
Su nombre volvió a estar en boca de todos hace unos meses, con la serie de Netflix El caso Wanninkhof – Carabantes, y después, al saber que ella daría su versión en el documental de HBO Max Dolores, la verdad sobre el caso Wanninkhof, producido junto a Unicorn Content (El programa de Ana Rosa) y que ha narrado la historia desde todos los puntos de vista, utilizando imágenes de archivo, entrevistas con los protagonistas clave y una reconstrucción ficticia precisa de los hechos. Esta obra audiovisual que cuenta con la producción ejecutiva de Toñi Moreno se ha estrenado este 26 de octubre con muy buenas críticas.
Esta semana, incluso Ana Rosa Quintana se mojó al respecto. "Hay que hacer una reflexión, para los medios de comunicación era todo tan claro, durante tanto tiempo... pero los que investigaban y juzgaban no eran los medios de comunicación, aquí todos tenemos una responsabilidad", decía a raíz del documental.
Luisa Martín fue Dolores Vázquez en una misierie
Si echamos la vista atrás, podemos recordar que hace ya 13 años Televisión Española trabajó en una miniserie de dos capítulos que precisamente reconstruía la historia desde múltiples prismas, y que llevó por título precisamente El Caso Wanninkhof.
Se estrenó en verano de 2008, y aunque llevó ese título se cambió el nombre a todos los personajes. Se estrenó el día 19 de junio con 2.876.000 espectadores y 17,7% de cuota de pantalla, y se terminó de ver el 3 de julio con 2.662.000 espectadores y un 18,3%.
De su elenco destacó Luisa Martín, sosias de Dolores Vázquez, y ahora rebautizada como Victoria Álvarez. A Luisa Martín la conocíamos hasta entonces como una gran comediante, que había trabajado en el Un, dos, tres o la serie ¿Quién da la vez?, pero sin duda su personaje más carismático fue la Juani de Médico de familia.
Aunque Luisa es madrileña de pura cepa supo hacer un maravilloso acento andaluz para hacer de asistenta en la casa que gobernaba Nacho Martín (Emilio Aragón). Sus expresiones, su paródico mal humor y su particular relación con su novio Poli (Antonio Molero) y sus múltiples familiares conquistaron al público y a la prensa. Ganó el premio de la Unión de actores, estuvo tres veces nominada al TP de Oro y también contó con una nominación en los Fotogramas de Plata.
La Juani fue un personaje de esos que marcan, tanto, que casi no vimos trabajar durante años a Luisa Martín ni en cine ni en televisión desde que la serie acabase en 1999. En 2004 la vimos en La sopa boba, de Antena 3, durante 11 capítulos, y 4 en Hospital Central en 2006. Ese mismo año potenció su lado humorístico en El club de Flo, en laSexta, una suerte de escuela de monólogos para famosos en el que ejerció de profesora.
En 2007, la carrera de Luisa toma un cambio de rumbo al fichar como protagonista de la serie Desaparecida, un drama de Televisión Española, y se consagra con El Caso Wanninkhof, con el que mató para siempre a Juana Ureña, la Juani de Médico de familia.
Su Dolores Vázquez, es decir, su Victoria Álvarez, fue un trabajo magistral, soberbio, de mucha contención. Tuvo momentos que en manos de otra actriz podrían haber resultado poco creíbles, como la secuencia en la que apuñala la foto de Rocío en la cocina delante de su asistenta, pero Luisa supo dar la nota justa y necesaria, revelando el gran conocimiento del mundo escénico que tiene.
“He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho” decía entonces Luisa sobre este trabajo. “Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así. Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad”, añadía sobre su interpretación.
La serie fue bastante polémica. El director de TVE Javier Pons afirmó entonces que era un “producto sólido, valiente y muy de verdad”. El cineasta Pedro Costa, director de la serie, y guionista de la misma junto a Juan Cavestany y Antonio Ojeda, aseguraba que con la serie se había “querido cumplir una función social y contar una realidad que no se ha contado nunca, explicar por qué se acusó a esta mujer”.
Sin embargo, en la familia de Rocío Wanninkhof no gustó su narrativa. Alicia Hornos, la madre de Rocío narró que por la calle “me insultan y preguntan cuánto dinero me han dado por estos capítulos” a pesar de que no tenía nada que ver en el proyecto, y señaló que se sentía humillada por algunas escenas, como por ejemplo, la que daba comienzo al capítulo, en la que aparecía “Rocío acostada con su novio”.
Además, señaló que había errores, como que fue ella quien denunció la desaparición y no Dolores “como hace ver la grabación” y lamentó no haber podido “ver algún guión” antes de la emisión. De hecho, llegó a anunciar acciones contra TVE. Coincidiendo con los 15 años del caso, RTVE repuso la serie, en octubre de 2014, y en la actualidad se puede visualizar en plataformas como Amazon Prime Video y Flixole.