Alba Carrillo ha declarado la guerra a Mediaset tras su brote el pasado sábado por el 'Poli Deluxe' de su madre, Lucía Pariente. Al contrario que otras veces, en esta ocasión la modelo no ha vuelto arrepentida para hacer borrón y cuenta nueva, sino que ha optado por anunciar medidas legales contra Telecinco, acusando a la cadena de "inventar informaciones para conseguir audiencia", entre otras cosas.
"A mí me cae muy bien, pero Alba está entrando por unos derroteros muy complicados", reflexionaba Jorge Javier Vázquez tras su espantada del sábado. Sin embargo, lo cierto es que los derroteros por los que se ha movido Alba Carrillo siempre han bordeado las faltas de respeto y las salidas de tono.
La supermodelo es, indiscutiblemente, un cotizado personaje de la prensa rosa al que Telecinco lleva años tratando de meter en vereda para convertirla en estrella televisiva. Sin embargo, esa irreverencia magnética que la caracteriza se acaba intoxicando con su falta de contención y sus oportunidades en la cadena siempre terminan saltando por los aires.
Lo cierto es que a la cadena de Mediaset le ha costado lidiar con la bomba de relojería Carrillo. Aquella bronca de Jorge Javier Vázquez en GH VIP 7 ante una Alba cariacontecida, con la máscara de pestañas deslizándose por su rostro, es ya historia de la televisión. También lo es aquel "se acabó el programa, ¡Supervivientes a la mierda!" que pronunció la ex de Feliciano antes de abandonar indignada la palapa en Supervivientes 2017.
La carrera televisiva de Alba Carrillo está plagada de exabruptos, enfados y comentarios fuera de tono que sólo denotan una gran falta de respeto hacia el medio en el que trabaja. Lo mismo se desprende del comunicado que, una vez más, parece responder más a una prolongada rabieta que a un afán por defender su honor y su dignidad.
Alba es, sin duda, un gran diamante en bruto televisivo. Tiene el carisma necesario para atrapar al espectador y su espontaneidad provoca impagables momentos en cualquier programa en el que trabaje. La colaboradora, además, se maneja igual de bien en el humor que en el conflicto. Es tan magnética haciendo bromas sobre el vino que ha ingerido en La última cena como discutiendo desquiciada con Miguel Frigenti. No obstante, no ha conseguido entender el juego televisivo y no implicar sus emociones hasta el punto de tener que abandonar corriendo un plató cada vez que la situación la supera.
A pesar de su intratable carácter, Telecinco ha dado mil y una oportunidades a la modelo, que pocas veces ha remado a favor de los programas en los que ha trabajado. Cabe recordar que en 2018 ya pasó sin pena ni gloria por Sálvame, haciendo caso omiso a las advertencias de que aportaba poco hasta que acabó apartándose, según ella, para centrarse en su batalla legal con Fonsi Nieto.
En el resto de espacios de la cadena en los que ha colaborado, no es raro encontrar en la hemeroteca algún enfado de Alba que casi siempre acaba desembocando en un abandono del plató: los debates de Gran Hermano 17, Sábado Deluxe, Hable con ellas, Secret Story... todos cuentan con algún 'Carrillazo'.
Desde este verano, Alba parecía haber iniciado una nueva etapa de estabilidad en Mediaset, colaborando habitualmente en Sálvame y apareciendo en otros espacios de la cadena, pero su inexplicable y surrealista espantada ha vuelto a dinamitarlo todo.
Por el momento, Telecinco se está cobrando con Alba Carrillo la peor venganza que se pueda perpetrar en televisión: le dedica su total y absoluta indiferencia. Ni Sálvame ni el resto de formatos de la cadena han hablado sobre la modelo después de que Socialité informara de su supuesta infidelidad a Santi Burgoa, lo cual precipitó el extenso comunicado de la colaboradora.
Se desconoce si el vínculo entre Alba Carrillo y Mediaset se ha roto del todo o, como el cuento de Pedro y el lobo, de nuevo vuelven las aguas a su cauce hasta que llegue la próxima advertencia. Lo que está claro es que, por el momento, la que fuera finalista de GH VIP vuelve a estar desterrada de los pasillos de Fuencarral. Habrá que ver cuánto le dura la dignidad a cada parte en este conflicto.