Kiko Rivera volverá este jueves a Telecinco pese a los ataques que ha dedicado a la cadena en las últimas semanas. El cantante ha decidido apartar sus rencillas con Mediaset para acudir a la casa de Secret Story a promocionar su trabajo, demostrando una vez más la variabilidad de sus opiniones.
El DJ subirá este jueves 4 de noviembre hasta Guadalix para dedicar una actuación musical a los concursantes, una reaparición que se produce menos de un mes después de que cargara duramente contra Telecinco y sus programas.
"Sé que estáis cortitos de audiencia, sé que vuestro programa se va al carajo, pero no me llaméis más que no voy a ir", dijo sobre Sálvame después de que se hablara de su supuesta infidelidad a Irene Rosales con una chica en Matalascañas.
"Querían que fuese ayer y no he ido, si yo decidiera no abrir la boca ese contenido moriría. (...) No insistáis porque no voy a ir", añadió el hijo de Isabel Pantoja en un ataque de dignidad.
Pero sus mayores ataques recayeron en Socialité, programa al que acusó de acosarle. "Una cosa es que tú vayas un día porque te llaman, cada uno se gana la vida como quiere, pero ser pesado y hacer acoso como hacen ellos no", aseveró en un directo en Instagram.
"Yo tengo el derecho de contar lo que me salga de mis cojones, pero nadie tiene que estar debajo de mi casa 24 horas, eso no se lo busca nadie", espetó el artista, que aprovechó entonces para alabar al principal competidor de Telecinco: "¡Viva Antena 3!, qué quieres que te diga... La verdad es que me mola muchísimo Antena 3, lo veo mucho. Veo muchos de los programas que hay, como Tu cara me suena o este de las máscaras, molan mucho", aseguró entonces.
Pronto se descubriría en Sálvame que el verdadero motivo del enfado de Kiko Rivera con Telecinco era el dinero. Y es que, según desveló Belén Esteban, el DJ pidió 60.000 euros por ir al Deluxe, pero el programa se negó a pagarle tal cantidad, iniciándose así la ofensiva pública del artista a la cadena.
Ahora, tal y como ha hecho también con su propia madre, los intereses de Kiko parecen ser otros, por lo que no ha dudado en variar su punto de vista y prestarse a acudir a esa cadena de la que hace tres semanas no quería saber nada. Lo hará, además, en el reality de turno, un formato que nada tiene que ver con los programas blancos y familiares de Antena 3 que tanto le gusta consumir. Habrá que ver cuánto tarda en intervenir en Sálvame por algún asunto familiar o en volver a sentarse en el Deluxe.