"Creemos que el 'efecto espejo' en la misma cadena ayuda tanto al debate como a la gala. Es un discurso en corriente continua. No tiene ningún sentido la transversalidad con un solo formato en dos cadenas diferentes".
Con estas palabras daba por muerta hace unos días la televisión transversal el director de Contenidos de Mediaset España, Manuel Villanueva, durante la rueda de prensa de la cuarta edición de La isla de las tentaciones.
De esta manera, al contrario de lo que ha ocurrido con La última tentación, cuyo debate pasó a emitirse en Cuatro en la noche de los lunes, la nueva edición del reality de Cuarzo Producciones se emitirá de forma íntegra en Telecinco, como ya sucedió en su tercera edición.
Se pone así fin, como decimos, al eufemismo de televisión transversal que se sacó de la manga Mediaset España en abril de 2019 con motivo del estreno de Supervivientes, paraintentar mejorar las maltrechas audiencias de Cuatro.
Las cosas desde entonces han cambiado mucho. En aquella época, Mediaset podía arriesgarse a relegar una gala de su reality estrella a su segunda cadena ya que no afectaba a los datos de Telecinco. En mayo de 2019, por ejemplo, la cadena azul promediaba un 15,4% de cuota, cuatro puntos más que Antena 3 (11,5%). Mientras, Cuatro subía dos décimas (5,3%) gracias a las galas de Tierra de Nadie.
Ahora, sin embargo, con Antena 3 pisando los talones a la de Mediaset -14,2% vs. 14,1% en lo que va de mes-, así como la falta de productos en su catálogo, el grupo dirigido por Paolo Vasile no puede tomar un riesto tan elevado. De ahí el nuevo discurso defendido por sus directivos.
Pero, ¿por qué el debate de La última tentación sí se ha emitido en Cuatro? La razón la encontramos obviamente en sus datos de audiencia. Este spin off no ha conseguido los datos de La isla de las tentaciones ni en sus galas de los miércoles, ni mucho menos en el debate del lunes.
Según datos de Kantar, La última tentación ha promediado un 17% y 1.971.000 espectadores, un dato notable que le ha servido para liderar cada miércoles frente a sus rivales, pero que queda lejos de la media de la tercera edición de Tentaciones (26,3% y 3.114.000 espectadores).
Mucho peor ha sido el dato de El debate de La última tentación, que ha caído a un 9% y 807.000 espectadores en Cuatro. Un dato insuficiente para el prime time de Telecinco, pero que ha ayudado a mejorar el de su segunda cadena.
La cadena segundona
La pregunta ahora es qué pasará cuando llegue Supervivivientes a su parrilla, si Mediaset seguirá descartando la televisión transversal y los debates del martes de Tierra de Nadie se quedan definitivamente en Telecinco.
Durante la pasada edición, el grupo comenzó promocionando la nueva edición del reality de supervivencia sólo con el logo de Telecinco, lo que desató las alarmas. Sin embargo, durante la presentación de Caronte, Villanueva confirmó que Cuatro seguiría teniendo una gala semanal del reality.
Esta decisión hizo que la cadena roja mejorara sus datos pasando de un 5% de cuota de pantalla en marzo a un 5,1% en abril y un 5,4% en mayo, su segundo mejor dato del año después del 6,7% de junio gracias a la Eurocopa.
Sea como fuera, este cambio de estrategia demuestra que, al contrario que su rival Atresmedia, que apuesta por igual por Antena 3 y laSexta, Mediaset no actúa como grupo sino que lo apuesta todo a Telecinco, dejando a Cuatro como la segundona.