Quién es Amaya Valdemoro, la deportista olímpica que hoy participa como invitada en ‘Pasapalabra’

Una estrella del panorama deportivo de nuestro país se colará las próximas tardes en nuestras casas. Y es que el concurso Pasapalabra, que cada día se cuela entre las emisiones más vistas de la jornada, da la bienvenida a cuatro nuevas celebridades como invitadas, entre los que se encuentra la exjugadora de baloncesto Amaya Valdemoro.

Desde este jueves, además, la deportista estará acompañada de otros tres famosos que, en este caso, son conocidos por su labor en el espectáculo y la televisión: Ken Appledorn, Irma Soriano y Armando del Río. Las cuatro celebridades pondrán a prueba sus conocimientos en cultura general y su rapidez visual para superar las diferentes pruebas del programa.

Nacida en Madrid en 1976, Amaya Valdemoro comienza en el mundo del deporte desde muy pequeña. A los ocho años se inicia en el atletismo, y luego lo compagina en el baloncesto, donde evoluciona rápidamente. Con 14 años empieza a jugar en 1.ª B y con 15 debuto en división de honor y se convierte en profesional.

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En la Liga Femenina de España ha militado en equipos como el Salamanca Halcón Viajes, Pool Getafe o Ros Casares Valencia y Rivas Ecópolis. Además, durante unos años estuvo jugando en Rusia en los equipos CSKA Samara y CSKA Moscú, sin olvidar su paso por la liga brasileña y turca.

Su trayectoria como jugadora de basket es más que notable, y está considera como la mejor baloncestista femenina española de la historia. Participó en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 y los de Pekín en 2008, ha ganado 3 anillos de la WNBA, tuvo el récord de ser la jugadora internacional con más partidos jugados y desde el pasado mes de octubre está incluida en el Hall of Fame del Baloncesto Español en la promoción de 2019.

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A los 37 años colgó las botas y se reinventó como comentarista deportiva en Movistar +. “ Al principio, durante el primer año, fue bastante duro porque tenía mucho respeto a equivocarme. Yo seguía el baloncesto masculino todo lo que podía, y aunque conocía bastante la transición desde la pista a un micrófono, puede compararse con poner a un exjugador a comentar la liga femenina. Mis compañeros me ayudaron y ahora todo marcha mucho más fluido. Ahí en directo estás solo delante de un micrófono y eres esclavo de tus palabras y tus silencios”, dijo sobre su experiencia en una entrevista.