Pablo Casado es el protagonista de la nueva parodia del programa de TV3 Polònia. Tras el revuelo generado por la asistencia del líder del PP a una misa en homenaje al dictador Francisco Franco el pasado 20-N, el programa de la televisión catalana ha aprovechado para crear uno de sus comentados videoclips y, como ya hiciera con Pablo Iglesias, ha vuelto a utilizar un hit del cantante C. Tangana.
Al ritmo de la bachata Ateo, del artista madrileño junto a Nathy Peluso, la imitación del líder de la Oposición espía a un peculiar Franco mientras baila dentro de una catedral. "Vestigios peligrosos del pasado me fascinan todavía", confiesa Casado en la primera estrofa.
"Soy el moderado del PP, aunque rezo a Franco en pleno día", prosigue el protagonista del vídeo, que poco a poco se va acercando al personaje del dictador. "Sé que si sigo así no voy a mandar ni en mi escalera. Habrá que apelar a los de esta bandera", dice mientras muestra la bandera franquista, la misma que fue exhibida durante la misa a la que asistió Casado, según él, sin saber que se celebraría un homenaje a Franco.
Ya en el estribillo, Pablo Casado se lanza a bailar con el dictador, tal y como hacen C. Tangana y Nathy Peluso en el videoclip original. "Voy de centro, pero ahora creo que si soy más de ultraderecha voy a tener mi gobierno", canta el protagonista.
La imitación del político del PP la confiesa al dictador que quiere seguir su legado: "Quiero hacer mi religión de tus ideas con un lavado de cara". "Como si el partido que tú ahora representas no fuera de mi amigo Fraga", responde Franco.
Al final del videoclip, Casado y Franco se funden en una romántica pose y un sacerdote se acerca a ambos. "Señor Casado, no sabía que usted iba a venir a la misa homenaje a Franco", dice sorprendido. "¿Cómo iba a saber que esto era una misa homenaje a Franco? Si no lo pone en ningún cartel... aparte del cartel donde pone 'misa homenaje a Franco'", concluye el político.
En menos de 12 horas, el vídeo de Polònia acumula más de 1.300 'likes' en Twitter y ha sido compartido por más de 600 personas, una repercusión que es habitual en las parodias políticas del polémico formato de la televisión autonómica catalana.