Nia Correira es la primera concursante de raza negra de Tu cara me suena. Resulta bastante llamativo que la última ganadora de Operación Triunfo resulte la precursora de este hecho pese a que el programa ya lleva nueve ediciones en emisión. Situación que refleja una verdad incómoda: la escasa presencia de personas de diferentes razas en nuestra televisión. Esta realidad está siendo toda una novedad y a la vez un dilema para el programa de imitaciones, cuestión que salta a la vista y que muchos espectadores ya están comentando en las redes sociales.
Resulta llamativo que cada semana el pulsador ofrezca a Nia interpretar a artistas de raza negra, y es que en las cinco galas que ya han sido emitida jamás se le ha otorgado ningún cantante de piel blanca. Cuestión que tiene varias lecturas y que podría resultar un handicap para la concursante de cara a la competencia.
Durante la presentación ante la prensa de esta nueva edición, Nia protagonizó uno de los momentos más anecdóticos después de que un periodista esquivase, por una supuesta corrección política mal entendida, pronunciar la palabra "negra" para así no herir sensibilidades. Una situación que parecía estúpidamente incómoda y que su protagonista supo sortear con gran acierto. "Por qué. Soy negra, coño", dijo la joven canaria haciendo alarde de su gran naturalidad. Una frase que contrasta con la manera en la que el programa está tratando un asunto tan trivial como es tener en su casting a una concursante de una raza diferente a la predominante en España.
A lo largo de los 10 años que el programa lleva en emisión, han sido muchos los concursantes que se han puesto en la piel de cantantes de color. Imitaciones para las cuales el equipo de caracterización ha utilizado pintura más oscura para cubrir el rostro y el cuerpo de los famosos. Una práctica que a la inversa, por el momento, se descarta realizar con Nia. Los seguidores del formato recordarán imitaciones tan espectaculares como la de Edurne emulando una performance de Beyoncé, Ruth Lorenzo como Jennifer Hudson -actuación que le sirvió para ganar su edición- o Silvia Abril de Celia Cruz. Shows impresionantes y libre de sospecha de cualquier ápice de racismo por el mero hecho de que el famoso en cuestión vaya caracterizado como una persona de raza negra.
Si bien es cierto que la presencia de Nia es una oportunidad perfecta para otorgarle a ella interpretaciones de artistas negros y reivindicar la importancia de la presencia de estos ídolos en la industria musical, eliminar de sus posibilidades el hecho de imitar a artistas blancos también la limita. Los cambios radicales en Tu cara me suena son uno de los mejores alicientes del programa, ejemplo de ello es que los retos de mayor dificultad siempre tienen que ver con un cambio de género. Capacidad de ponerse en la piel, nunca mejor dicho, de artistas que están en las antípodas del concursante para que así eche un pulso con el reto que se le impone.
Cabe resaltar que en ningún momento se pone en entredicho el hecho de que Nia no tenga la posibilidad de mostrar diferentes registros en sus imitaciones aunque esté limitada a la interpretación de artistas de color, ya que es evidente que al igual que en la raza blanca la diversidad entre unos y otros es total. Pero es obvio que se está ejerciendo una diferenciación en su caso respecto a lo que se ha ido haciendo en ediciones anteriores con el resto de concursantes. Distinción que, aunque con buena intención, refleja una creencia cargada de complejos y un miedo tremebundo a caer en la, a veces, absurda corrección política.
Es más que probable que a la hora de barajar la participación de Nia Correira en Tu cara me suena, la productora Gestmusic, que es la misma que le posibilitó su salto profesional a través de Operación Triunfo, pusiera sobre la mesa la posibilidad de que las imitaciones de la joven a artistas caucásicos se vieran por parte del público como una especia de 'blacface' a la inversa -práctica de maquillaje que se popularizó entre los actores blancos a comienzos del s.XIX en Estados Unidos y que servía para interpretar a personajes de raza negra a los que se les mostraba felices y contentos.
Algo totalmente irreal dado que en algunos territorios aún se practicaba la esclavitud de los mismos-. Una tesitura que no debería de darse en pleno siglo XXI, en la que la igualdad entre razas debería ser una realidad, y que parece que aún no está del todo superada. Son muchos los seguidores del talent show que quieren ver a la última ganadora de OT sacar todo su potencial entonando temas de artistas como pueden ser Malú, Marta Sánchez o Alejandro Sanz, por poner algunos ejemplos. Una decisión que está en las manos de la que es una de las productoras de televisión más talentosas de nuestro país.