"En otoño". Estas dos palabras fueron suficientes para que los espectadores de Rocío, contar la verdad para seguir viva continuaran expectantes con el testimonio de Rocío Carrasco tras el final de su docuserie. El dos de junio de este año tenía lugar el desenlace del polémico proyecto de La Fábrica de la Tele, que visto el éxito generado anunció inmediatamente una segunda parte.
En esta ocasión, su protagonista desvelaría, a través de documentos personales de su progenitora, la cara b de algunos de los miembros más mediáticos de su familia. Una continuación del ya citado documental que tendría como título En el nombre de Rocío. Mucho se habló de las consecuencias que podrían ocasionar la lectura de ciertos escritos realizados por 'la más grande' sobre su relación con sus personas más cercanas, tal y cómo insinuó su hija en el tráiler. Rumores que inquietaron a algunos de los miembros televisivos de esta saga y que les hacía presagiar un otoño complicado.
Los meses han ido pasando y periodistas, digitales e inclusive familiares de la artista, comenzaron a preguntarse cuándo tendría lugar la emisión de este programa. Comentarios que inclusive eran lanzados a modo de sorna y con intención de ataque por parte de algunos de los enemigos de la productora encargada de hacerlo y de la protagonista del mismo.
"Que yo sepa el otoño termina el 21 de diciembre, así que todavía estamos a tiempo", dijo Carlota Corredera, firme defensora de Rocío Carrasco, mirando a cámara tras escuchar como la hija de esta, Rocío Flores, esbozaba en tono de burla que nada se sabía del documental pese a la inminente llegada del invierno. "Será pronto, pasado el puente", asentía la presentadora. Unas palabras, las de Corredera, que se adelantaron a la noticia que el pasado 9 de diciembre daba el programa Sálvame, la emisión de El último viaje de Rocío. Un contenido televisivo que guarda relación con la vida personal de la artista, pero que no es exactamente lo que se le había prometido a la audiencia para después de la celebración de la Constitución.
Este martes 14 de diciembre, uno de los 18 contenedores repletos de enseres que pertenecían a la difunta Rocío Jurado era abierto ante los ojos de los espectadores y de la propia hija de la artista, la cual afirmaba no conocer con exactitud lo que se encontraba en este almacenamiento casi faraónico. El programa El último viaje de Rocío se vendió como el homenaje definitivo a la más grande mediante la exposición de los objetos que marcaron su vida y que guardó hasta su muerte. Cosas de valor emocional incalculable que su heredera apenas conocía y que llevaban reposando en un almacén desde el año 2018. La emisión de este formato prometía ser un tsunami de emociones para todos aquellos que mantengan en la memoria a la chipionera más universal, un viaje en el que la otra protagonista era su hija mayor. Una pieza fundamental en su historia y que le suma un mayor dramatismo dada su complicadísima situación personal actual.
Si bien el planteamiento parecía estar claro, el misterio que pretendía generar El último viaje de Rocío contaba con algunos flecos sueltos que sacaban a relucir ciertas incongruencias, como así quedó demostrado. Desde que se anunció el especial, se estuvo explotando mucho el misterio que existía en torno al contenido que había en esos contenedores. Objetos que según su propietaria actual ni ella misma conocía dada la nefasta salud emocional que atravesaba en abril de 2008, fecha en la que se recogieron los enseres que se encontraban en la vivienda que la fallecida cantante compartió con su último esposo, José Ortega Cano. De ser cierto que Carrasco no sabía lo que allí podía haber y que la dirección del programa prometía que los espectadores se enterarían a la vez que ella del contenido de los contenedores... ¿Por qué en el tráiler se adelantaba la enumeración de algunos de los objetos que veremos?
"Un dueto censurado, vestido de sus actuaciones más importantes, vajillas, muebles, grabaciones y documentos que jamás han visto la luz", estas eran algunas de las cosas que se citaban en la presentación del homenaje. Una lista de elementos que resultaba extraño de detallar si dábamos por verdadero que su dueña desconocía qué se encontraba dentro de las enormes cajas que ha guardado durante más de una década. Un planteamiento un poco difuso que hacía pensar que los artífices de este especial podían conocer de antemano cada uno de los detalles que se expondrían este martes. Una idea que también rondaba la cabeza de la hermana de Carrasco, Gloria Camila.
“¿Por qué se elige el contenedor 18 que es donde están los vestidos de mi madre? Justamente, los que lleva Anabel Dueñas en la obra”, decía Gloria, dando a entender de que todo estaba muy estudiado, y que los diferentes vestidos que se presentaron a la audiencia son los mismos que la cantante (conocida gracias a Operación Triunfo) saca en un espectáculo que repasa los éxitos de Rocío Jurado.
De hecho, en las redes sociales muchos daban la razón a Gloria, y se extrañaban de lo bien conservados, lo limpio y planchados que estaban los trajes para llevar, según se decía, 13 años guardados en unos contenedores.
Hay que destacar que nada más anunciarse la creación de En el nombre de Rocío, Gloria Camila decidió citar a su hermana ante la justicia para aclarar la legalidad de exponer los supuestos documentos escritos personales de su madre sin su consentimiento. Un proceso que refleja la tirantez entre los vástagos de la diva y que, sin ninguna duda, ha ralentizado el ritmo de este proyecto. La productora del documental continua alimentando la expectación ante su inminente emisión, pero por el momento no existe fecha.
Una presión que han querido paliar con la creación de este especial en forma de homenaje que nadie esperaba. Una buena estrategia para no ceder ante el intento de humillación de sus adversarios por no cumplir con unos tiempos que quizás se precipitaron en dar. Una táctica de juego que La Fábrica de la Tele sabe manejar muy bien y que están sabiendo gestionar junto a la que es hoy su máxima estrella mediática: Rocío Carrasco.