Yoli de ‘Gran Hermano 15’ necesita ir terapia por el odio que recibe en redes sociales

Yolanda Claramonte Montañés, más conocida como Yoli, fue una concursante de Gran Hermano 15, que participó en el reality junto a su prima Alejandra. Se hizo muy conocida por sentir un flechazo con su compañero Jonathan, y estuvieron juntos a pesar de que él no quería empezar nada dentro de la casa. En septiembre de 2015, nueve meses después de terminar el concurso, tuvieron una hija, Valeria, aunque luego rompieron en el año 2019, y ahora tiene otra pareja.

Desde el principio Yoli, también conocida como LoveYoli, ha mostrado su vida a través de las redes sociales y a través de MtMad, la plataforma de vídeos de Mediaset. Y ha sido a través de esta última ventana donde ha narrado la fuerte crisis personal que atraviesa en estos momentos, y que le ha hecho necesitar ayuda de profesionales de la salud mental.

Y es que Yoli recibe cada día muchas críticas a través de las redes sociales, y ha explicado que le resulta agotador ponerse una careta cada día para mostrar que todo va bien. Asegura estar cansada de tener que medir cada palabra que dice por el odio que pueda recibir a través de las redes sociales. Con lágrimas en los ojos ha contado en un vídeo cómo ha disfrutado siempre de su perfil de influencer, pero que su mente no puede más con olos mensajes que personas que quieren dejarla en ridículo y dañar su imagen. En unos días en los que los asuntos de salud mental tienen una especial relevancia, Yoli ha decidido buscar ayuda psicológica que le ayude a gestionar toda esta situación.

Hay que Yoli recibió ya muchos ataques en el pasado, en concreto, en 2019. Entonces anunció que había abierto una tienda online, con una marca centrada en conjuntos de ropa idénticos para madres e hijas. Poco después, algunos usuarios descubrían que los modelos que ella vendían como propios no eran más que productos de la conocida web Aliexpress pero al doble de su precio (y en algunos casos, multiplicado por ocho), y acumuló numerosas críticas.

Ella tuvo que hacer un vídeo defendiéndose y explicó que el elevado precio se debía a que ella ofrece servicio de envío en 24 horas y devolución gratuita. Y añadió que su forma de presentar el producto era especial, ya que ella les añadía una etiqueta, una caja de cartón, un papel de seda y una carta de agradecimiento que “también vale dinero”. La tienda dejó de estar activa poco después.