Si hay dos nombres clave en televisión en este 2021 que termina esos son los de Verónica Forqué y Rocío Carrasco. Y es que, tristemente, las dos han puesto sobre la mesa dos graves problemas que sacuden al país: la salud mental y la violencia machista.
Hace tan sólo unos días, una de las mejores actrices del cine español decidía quitarse la vida en su domicilio de Madrid poniendo en el foco mediático el gran tabú del suicidio. Ocurría, además, después de que hace unas semanas tuviera que abandonar su participación en MasterChef Celebrity debido a su maltrecho estado anímico y físico.
"He luchado diez semanas, ha sido una experiencia de las mejores de mi vida. Qué bien me lo estoy pasando y qué lástima siento de no poder estar a la altura, pero es que no puedo, mi cuerpo no puede con mi alma. Volveré cuando esté buena”, indicaba la actriz.
El peculiar carácter de la actriz dejó inolvidables momentos y dio un contenido muy valioso y atractivo en la sexta edición del formato con famosos. Sin embargo, tras su suicidio, se ha hecho necesario analizar dónde se encuentra la delgada línea que separa lo televisivo de lo humano, así como reflexionar sobre si la televisión y los espectadores pudimos haber actuado de otra forma para cuidar la salud mental de Forqué, o al menos para no hacer espectáculo con ella.
De hecho, en la reciente renovación de MasterChef, contada en exclusiva por BLUPER, el consejo de RTVE pidió a su productora Shine Iberia que priorizara la cocina frente a la polémica y el morbo, algo más propio de otros realities show de las televisiones privadas como Gran Hermano o La isla de las tentaciones.
Las negociaciones fueron tan duras que incluso el nuevo presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, otro de los nombres clave de este 2021, amenazó con dejar marchar el formato tras pedir una auditoría para estudiar los gastos detallados del talent de cocina.
Contar la verdad para seguir viva
Precisamente un intento de suicidio llevó a Rocío Carrasco a contar su verdad para seguir viva el pasado marzo, en una docuserie que traspasó la pantalla siendo objeto de debate político durante semanas tras poner el foco en la violencia machista, el feminismo y también la salud mental, e introducir términos como ‘violencia vicaria’ o ‘luz de gas’.
Lamentablemente Telecinco se olvidó de las lecciones aprendidas y, en un nuevo ejercicio de incoherencia, terminó convirtiendo el tema en un conflicto entre dos mujeres: Rocío Carrasco y Olga Moreno. De hecho, en una falta de escrúpulos sin precedentes, dedicó un prime time a la mujer de Antonio David Flores llamado Ahora OA, que terminó siendo un aberrante espectáculo que demostró el endeble compromiso de responsabilidad de Mediaset.
Quedó demostrado, además, que Mediaset es el peor enemigo de Telecinco. Y es que fueron precisamente programas de la cadena (El programa de Ana Rosa) los que contribuyeron a echar por tierra el trabajo de la docuserie cuestionando el testimonio de la hija de Rocío Jurado y dando voz a los negacionistas.
Una guerra silenciosa entre productoras que, no obstante, siempre beneficia a Mediaset España, aunque por delante se lleven el prestigio o los reconocimientos. Da igual que sea en platós entre colaboradores o entre sus productoras de confianza. Paolo Vasile siempre gana.
De hecho, La Fábrica de la Tele facturó 29,1 millones de euros en 2020, con 4 millones de euros de beneficios; Unicorn Content facturó 23,2 millones de euros, con 3,2 millones de euros de beneficio, y Bulldog TV facturó 24,4 millones de euros, con 2,8 millones de beneficio.
Telecinco también olvidó en los últimos meses del año las lecciones aprendidas sobre feminismo y revictimización a la hora de abordar los casos de Dolores Vázquez y Mario Biondo. Y es que, debido a su creciente nerviosismo por sus continuas derrotas frente a Antena 3, la cadena no dudó en volver a utilizar el dolor de dos mujeres como Alicia Hornos y Dolores Vázquez para intentar sacar tajada en audiencias, o cuestionar el papel de Raquel Sánchez Silva en el caso Mario Biondo, desatando una nueva campaña de acoso en redes.
Y hablando precisamente de documentales de true crime, el género de moda en televisión, en 2021 también quedó demostrado el dispar tratamiento que se le da en televisión, del rigor en plataformas como Netflix (¿Dónde está Marta?), HBO (Dolores, la verdad sobre el caso Wanninkhof) o RTVE Play (Lucía en la telaraña), al morbo en abierto (Sálvame, Todo es verdad).
La crisis de Telecinco, del fútbol y la ficción en abierto
El año que termina también nos dejará un cambio en tendencias en televisión, con Antena 3 afianzando su modelo, logrando ganar hasta tres meses y liderando de forma absoluta el prime time, la franja más demandada por los anunciantes, gracias al tándem imbatible que forman Pasapalabra, Antena 3 Noticias 2 y El Hormiguero.
Asimismo, Atresmedia también ha conseguido afianzar su modelo de pago con ATRESplayer PREMIUM, que ha conseguido crecer un 45% en un año y hace unos días realizaba un gran evento en Madrid que le ponía a la altura de las grandes plataformas.
Lo hace con proyectos donde priman la nostalgia (UPA Next), el feminismo (Cardo), el compromiso con el colectivo LGTB (Drag Race), la defensa de algunos de los iconos de nuestra cultura (Veneno) pero, sobre todo, nuestra idiosincrasia. Historias de aquí con las que la plataforma española pretende diferenciarse de las demás en la llamada guerra del streaming.
Mientras, Telecinco vive una pequeña crisis ya que habría que retroceder hasta 2013 para que la cadena de Fuencarral perdiera hasta tres meses en tan corto periodo de tiempo. Su gran problema radica precisamente en el prime time, principalmente por la franja de 20 a 21 horas, donde no ha encontrado ningún producto que haga sombra a Pasapalabra, lo que ha llevado a la caída de Informativos Telecinco 21:00 horas.
Tampoco ha conseguido convencer a la audiencia como antaño con Secret Story, el reality que se sacó de la manga ante la imposibilidad de rescatar la marca GH VIP debido al juicio pendiente de Carlota Prado, y con La isla de las tentaciones, que vive su peor momento de audiencias.
Y lo mismo ocurre con Sálvame, que ha visto como la turca Tierra Amarga le pisaba los talones. El formato de La Fábrica de la Tele no pasa por su mejor momento en un año en el que ha tenido que despedir a uno de sus grandes pilares: Mila Ximénez. De hecho, Kiko Matamoros llegó a señalar la muerte de la periodista como una de las causas de la crisis del magacín vespertino.
Y ni qué decir del fútbol, con la Eurocopa 2020 firmando el torneo menos visto desde 2004. Unos datos que daban la razón al presidente del Real Madrid, Florentino Peréz, cuando justificó la creación de la Superliga Europea porque "los jóvenes ya no tienen interés por el fútbol".
No podemos olvidar tampoco los intentos de Telecinco por intentar replicar el éxito de Antena 3 con las series turcas. La principal cadena de Mediaset España, donde pasa lo que pasa, se volcó con la comedia Love is in the air hasta el punto de dedicarle cuatro noches a la semana. Una estrategia que enfadó a productores españoles como Alberto Caballero (La que se avecina), que criticó que la maldición turca dejara a la ficción sin espacio en el abierto.
Precisamente las dos comedias de Caballero han servido en este 2021 para demostrar el cambio del consumo en televisión ya que ambas triunfaron en plataformas (Amazon Prime Video), pero fueron un fracaso en el abierto.
En este punto es necesario recordar que La que se avecina, tal y como la conocemos, ya es historia. La comedia de Contubernio dijo adiós a su emblemático edificio a principios de año y dirá hola a una nueva etapa en la que los vecinos más locos de la televisión tendrán que mudarse a una nueva casa.
"No hemos llegado a un acuerdo con el propietario de los platós. Tenemos ciertas diferencias”, explicaba a BLUPER Caballero, sin mencionar a su tío José Luis Moreno, propietario de los estudios donde se grababa la comedia de Telecinco. Al final han sido 13 años y 170 capítulos en Mirador de Montepinar.
La llegada de Pérez Tornero
En lo que respecta a la televisión pública, la llegada de José Manuel Pérez Tornero a la presidencia de RTVE el pasado marzo no dejó de ser polémica ya que, una vez más, los partidos políticos se repartieron el goloso pastel, obviando la evaluación del comité de expertos.
El 'profesor' llegó con el objetivo de mejorar no solamente la audiencia de La 1, sino "la relevancia que corresponde a un medio de comunicación público". Para ello decidió poner fin al infoshow de Jesús Cintora y apostar por el rigor, la empatía y la cercanía.
Sin embargo, poco a poco esas promesas fueron cayendo en saco roto hasta el punto de que la pública fue quién dio voz al bulo del hombre en coma y no sólo no pidió perdón por ello sino que pusieron en el foco a este gallego de 65 años.
Tampoco se ha entendido que si lo que realmente quería Pérez Tornero era recuperar la relevencia le haya dado la espalda a RTVE Play, uno de los proyectos que más reconocimientos ha obtenido en los últimos tiempos.
El presidente no felicitó al equipo de la plataforma por su premio Ondas hasta horas después de la publicación de un artículo en BLUPER y apenas está promocionando sus proyectos. Estos desaires llevaron a que el director de RTVE Play, Fran Llorente, decidiera abandonar la televisión pública tras casi treinta años y fichar por PRISA.
El año tampoco ha terminado de la mejor manera para el presidente, quien se ha visto cuestionado tras convocar un concurso para un puesto de subdirección que ganó la mano derecha en su empresa privada.
Mejores críticas ha tenido su decisión de tomarse en serio el Festival de Eurovisión tras los pésimos resultados de los últimos años, con Blas Cantó cayendo a un puesto 24. Para ello apostará por el Benidorm Fest, un nuevo festival de donde saldrá cada año nuestro representante en el popular certamen. También por un nuevo equipo encabezado por la periodista Eva Mora.
No podemos terminar este resumen de 2021 sin tres grandes nombres de la historia de la televisión española que han sido protagonistas por distintas razones: Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos y Andreu Buenafuente.
El último de ellos ha dejado de presentar Late Motiv después de siete temporadas y más de 900 programas para embarcarse en nuevos proyectos que le permitan pasar más tiempo en Barcelona. Como ya revelamos, , el cómico ha entablado conversaciones con otros agentes del sector como RTVE o HBO Max.
Por su parte, la Campos regresó a la televisión con un pequeño formato llamado La Campos móvil que no dejó en buena lugar a la periodista. Mientras, sus hijas siguieron acaparando titulares con Carmen Borrego regresando a Sálvame y Terelu Campos demostrado que es la verdadera televisión transversal tras participar en Mask Singer y MasterChef Celebrity.
Por último, Quintana fue noticia al anunciar que tenía que abandonar la televisión temporalmente la televisión que le habían detectado un cáncer de mama. "Estoy tranquila, confío en mis médicos y soy una afortunada por tener tanto amor alrededor. Espero que todo tenga un final feliz.
"Sé que me voy a curar y que me espera un camino complicado, como conocen muchas mujeres valientes. Voy a hacer una vida lo más normal posible y seguiré trabajando detrás de las cámaras y en la productora, esto es un bache, una prueba. Vosotros sois también parte de mi familia, gracias de corazón por todo lo que me habéis dado hasta ahora, y espero que sigáis dando a mis compañeros. Ellos son el alma de este programa. Nos vemos pronto. Hasta luego", finalizó antes de dejar a cargo del programa a Ana Terradillos, Patricia Pardo y Joaquín Prat. Que así sea, Ana Rosa.