Telecinco apostó fuerte en el prime time del día de Navidad. La cadena de Fuencarral preparó un espacial de Mi casa es la tuya, que cambió de nombre para pasar a llamarse Su casa es la suya, en el que se rindió homenaje al presentador que durante años ha conducido este espacio, Bertín Osborne. Para llevar a cabo tan complicada tarea, dado el marcado sello personal que tiene el formato, Toñi Moreno fue la elegida. Una misión muy especial en la que de manera involuntaria, la andaluza consiguió destacar sobre el resto de personajes que se sentaron junto a Bertín.
No pasó desapercibido para nadie, a tenor de lo publicado por los usuarios de las redes sociales, de que Toñi Moreno estaba teniendo su gran noche, y es que la de Sanlúcar de Barrameda desplegó todo su encanto personal y magnetismo televisivo para hacer de esta entrevista su puesta de largo como una de las grandes figuras de la pequeña pantalla actual. Cercana, tierna y sabiendo mantener la emoción en todo momento, Moreno no sólo emocionó a Bertín Osborne, si no también a una media de 1.774.000 espectadores que vieron el programa. Una emisión que consiguió para Telecinco el 13'9% de share.
Rostros de la política, la cultura y la televisión quisieron participar en este especial homenaje a Osborne. Personalidades como Paz Padilla, Sonsoles Ónega o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de quién Bertín dijo no comprender por qué "su propio partido le está haciendo la cama", estuvieron presentes mediante vídeos desde los que le preguntaron algunas cuestiones que aludían a su faceta más íntima. Una batería de preguntas que Toñi Moreno, como buena maestra de ceremonias, supo reconducir para que el entrevistado contestara de forma directa y relajada.
Pero no solo personalidades públicas aparecieron en el programa que ensalzaba la figura del cantante, y es que también estuvieron presentes sus tres hijas. Alejandra, Eugenia y Claudia Ortiz Domecq, fruto de su primer matrimonio con Sandra Domecq, no quisieron dejar solo a su padre en tan bonita ocasión. Las jóvenes no tuvieron reparos en hablar sobre cómo había sido el artista como padre y marido de su madre, cuestiones muy personales que nunca habían sido aireadas en televisión y que fluyeron con total normalidad frente a Toñi Moreno. Como sorpresa y colofón, el presentador no pudo contener las lágrimas al recibir en la mesa a sus dos hijos pequeños, Kike y Alejandro, y a su ya exmujer Fabiola Martínez.
El exmatrimonio, que confirmó su ruptura en enero del 2021, dice mantener una excelente relación amistosa, pese a la negativa de la venezolana en dar una segunda oportunidad al hombre con el que ha compartido los últimos 20 años de su vida. Fabiola no tuvo reservas a la hora de expresar lo que siente por el artista, inclusive habló de las posibles relacione sentimentales que tenga o vaya a tener en un futuro. Cuestiones que aún parecen doler a la ya exmujer de Bertín y que emocionaron a la audiencia que siguió el programa.
En todo momento comprensiva, pero sin dejar de ser incisiva en sus preguntas, Toñi Moreno logró sacar un testimonio muy fiel de cómo son las cosas en la familia Osborne. Uno de los hombres más famosos del país cuya privacidad siempre ha estado cubierta de un halo de misterio. Si bien es cierto que la andaluza se convirtió en una protagonista espontanea, cabe destacar que este programa no es más que el anticipo de su nueva etapa profesional. En las próximas semanas se pondrá al mando de la primera edición anónima de Secret Story, todo un premio a la constancia el que se ha ganado en Telecinco después de no ser muy valorado su buen hacer en la cadena.
Esta es sin duda una de las etapas profesionales más interesantes en la larga trayectoria de Toñi Moreno, y es que tras haber tocado cielo, y también el infierno, en lo que a televisión se refiere parece estar de nuevo en la casilla de salida y con más aliados y apostantes que nunca. Una mujer que ha demostrado de sobra su valía y que ahora se enfrenta a la tarea de perpetuar su buen hacer y consolidar su presencia en el medio.