Esta Navidad Televisión Española despidió el programa Lazos de sangre con una última entrega dedicada a la cantante Alaska. Si bien hasta ahora Lazos era un programa propio de las fechas veraniegas, durante este 2021 se decidió dividir en dos sus emisiones, con un primer bloque emitido del 20 de julio al 10 de agosto, y un segundo del 22 de septiembre al 22 de diciembre. El balance del programa presentado por Boris Izaguirre no es ideal: ha resultado la temporada con peores datos históricos, con una media de 1.233.000 espectadores y una cuota del 9,5%.
Esta cuarta etapa, además, ha dejado las dos únicas entregas de todo el programa que no han logrado superar la barrera del millón de espectadores, con los reportajes sobre María Teresa Campos (839.000 y 6,8%) y el de la familia Carmona (990.000 espectadores y 7,5%). El programa más visto fue el dedicado a Miguel Gila, con 1.719.000 espectadores de media y un 13,1%, si bien hay que destacar que aquel 6 de octubre Lazos de sangre se emitió tras un partido de La Roja que arrasó con 4,7 millones y dejó un buen efecto arrastre.
Aunque los datos no hayan sido brillantes, lo cierto es que Lazos de sangre se merece la renovación por una quinta temporada. Es un programa divertido, que ya no solo se centra en familias concretas como en sus primeros años (los Dúrcal, los Flores) sino que repasa biografías de artistas interesantes (Lola Herrera, Chicho Ibáñez Serrador) o de celebridades de cualquier índole, ya sean relacionadas con la monarquía (Los Grimaldi) o la farándula más pura y superficial (La Jet Set Marbellí).
Con cuatro temporadas a sus espaldas, Lazos de sangre se ha convertido en una seña de identidad de Televisión Española. Es un programa que sigue explorando las (casi) infinitas posibilidades que tiene el archivo de RTVE, desempolvando viejas entrevistas y dotándolas de nuevos significados. Además que devuelve el protagonismo a artistas que quizá ya no están en la primera fila (el Duo Dinámico) o que fallecieron (Lina Morgan, Gila), pero que tienen una historia muy interesante tras de sí.
Es además un producto muy cuidado, que fue nominado a los Premios Iris como Mejor realización, del mismo modo que Boris Izaguirre lo estuvo como mejor presentador. Es un formato donde se habla de famoseo, sí, pero desde un prisma blanco. Tanto, que a veces hay quien ha pedido con mucha rotundidad que ciertos temas no se toquen como señal de respeto, como el día que Ana Obregón cortó cualquier hipótesis de la bisexualidad de Lina Morgan.
Sin embargo, el programa tendría que hacer algunos cambios para que la audiencia vuelva a conectar con el formato con más fidelidad e interés. Y en ese sentido, muchas veces se ha criticado que el programa de poco espacio a artistas considerados de izquierdas, mientras que otros vinculados a la derecha sí han tenido una gran representación tanto como protagonistas de los reportajes como de invitados a los debates en plató. Como la vez que se contó con Fran Rivera para hablar de violencia machista, cuando él es seguidor de Vox, partido que niega su existencia. Del mismo modo, se ha dado mucho cuartel a personas cuya fama procede de un título nobiliario o por ser de la realeza (Los Alba, los Thyssen, los Grimaldi, los Windsor, el Marqués de Griñón).
En ese sentido, la lista de artistas que podrían protagonizar Lazos de sangre con orientaciones de izquierda es muy grande. Desde Serrat a Ana Belén y Víctor Manuel, pasando por la familia Bardem, José Sacristán, Joaquín Sabina o Miguel Ríos.