Paula Ribó González, conocida artísticamente como Rigoberta Bandini, es uno de los mayores fenómenos musicales del momento. La artífice de éxitos como Perra o Too many drugs ha conquistado las listas de ventas españolas y ahora, además, es una de las favoritas para alzarse con la victoria en el Benidorm Fest, la preselección de España para Eurovisión 2022.
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Ay mama, el tema con el que la catalana participará en el certamen, es una oda al feminismo, a las madres y a las tetas, un potente mensaje que Paula escribió cuando apenas tenía 23 años, sin saber que una década después le valdría para poder conseguir un pasaporte a Turín.
El pasado 23 de diciembre, Rigoberta Bandini y los otros 13 participantes del festival presentaban sus propuestas en una rueda de prensa a la que asistió BLUPER y en la que pudimos hablar con la artista.
¿Cómo surgió presentarte al Benidorm Fest?
He pasado por muchas fases. En la primera decía que no, porque tengo un hijo pequeño y cuando acabé la gira no podía añadir nada más a mi agenda, no quería ni oír hablar de esto (risas). Luego pasé por la fase de "¿por qué no?", este año va a ser diferente y vuelve el Festival de Benidorm... Entonces me empecé a motivar, pero no tenía canción, se estaba muriendo mi abuela y solo me salían canciones supertristes, que están muy bien pero no puedo matar a Europa así. Al final recuperé de un disco duro esta canción que había compuesto hace años y que de alguna manera también me vinculaba a ella, porque era la matriarca y es un tema que habla de empoderamiento femenino.
Ha sido un proceso muy difícil, una producción a contrarreloj, con la presión de que tiene que tener ritmo... Al final dije "mira, me da igual que no sea eurovisivo". Estaba hasta el coño de que me dijeran que no es eurovisivo. Al final creo que hay una canción que tiene ritmo, que la siento mía y que me gusta.
¿Cómo has recibido los comentarios sobre la canción?
La verdad es que muy bien. Hay gente a la que le gusta y gente a la que no, eso me parece perfecto, pero recibo mucho cariño. No conocía al público eurofán y es muy agradecido y muy emocionado de la vida, que me encanta porque yo también lo soy. Está siendo muy intenso, porque pasan muchas cosas, pero guay.
¿Cómo estás trabajando en la parte visual y escenográfica de la canción?
Mi leitmotiv es un poco 'animal glam', buscar la animalidad glamurosa. Quiero encontrar esa parte de entraña femenina, pero que a la vez sea una puesta en escena poderosa y glamurosa. Estoy trabajando en eso con todo mi equipo. Lo que más me motiva de todo esto es que si al final vamos a Eurovisión allí tendremos todos los medios, es como un sueño, puedes decir "quiero que caiga un pájaro y silbe" y pasa. Luego está el tema de enseñar las tetas o no, que creo que no se puede, por eso hago esta canción, para que se pueda.
Tampoco creo que sea necesario enseñarlas, pero quiero que la iconografía de una teta esté. Aún estoy buscando la manera.
Si te dejaran, ¿lo harías?
Si me dejaran, lo haría. No toda la canción, pero igual en un momento dado sí. Estoy viendo si eso es legal y, si cabe esa posibilidad, decidiré si las enseño o no.
¿Sientes la presión de ser una de las favoritas para ganar?
No, me motiva mucho. Me siento apoyada.
¿Cómo encaja Eurovisión en tu carrera?
Pues un poco con calzador. Si al final voy a Turín, el fin de semana siguiente tengo dos festivales, así que ya me puedo espabilar, no me puedo quedar en los laureles de Eurovisión. Para mí será como un proyecto más, le doy mucha importancia, pero tampoco me flipo, porque tengo muchos otros proyectos en los que también tengo que estar a la altura.