El Benidorm Fest ya ultima sus preparativos para inaugurar su primera edición el próximo miércoles 26 de enero con una primera semifinal que pondrá fin a la larga espera de los eurofans y de los 14 artistas que tratarán de representar a España en Eurovisión.
Javiera Mena es una de esas candidatas y, aunque actuará en la segunda gala, ya tiene casi lista la puesta en escena con la que llevará Culpa hasta el escenario del Palau d'esports l'Illa de Benidorm.
A poco más de una semana de revelar la gran incógnita de su actuación, esta artista chilena afincada en Madrid se muestra emocionada, entregada al certamen y disfrutando, pese al estrés, de esta oportunidad única que no dudó en aprovechar desde que RTVE le envió la invitación para presentarse al casting. "Jamás se me hubiese ocurrido no aceptarlo", confiesa en conversación telefónica con BLUPER en la que, además, relata cómo está viviendo estos días previos a la gala y qué está suponiendo el Benidorm Fest en su carrera.
¿Cómo estás viviendo los días previos al Benidorm Fest?
Con muchos preparativos. Son tres minutos, pero queremos que sea un espectáculo muy coherente, auténtico y a la vez tratar de magnificarlo sin perder mi esencia. Es algo desafiante, así que estoy muy focalizada, pero tranquila y disfrutando el proceso a full.
¿Qué te parece cantar la tercera en la segunda semifinal?
Me da igual la posición, yo voy a pasármelo bien y a competir. Mi afán no es ganar, aunque si gano no me voy a quejar. El número no me lo complica, aunque de todas maneras voy a estar nerviosa, eso es un hecho.
¿Qué puedes adelantar de la puesta en escena? Has hablado de conceptos como "epilepsia bollera" y ya no sabemos qué pensar.
Sí, la epilepsia bollera es el tinte de la noche. No puedo decir más, quiero que sea sorpresa para mantener la magia. Va a ser una ceremonia que tratará de transmitir aquello de lo que habla la canción. A través de la iluminación y de los momentos vamos a liberarnos de la culpa en el escenario.
"Me siento como un nuevo color que llega al Benidorm Fest"
¿Tienes ya el concepto cerrado?
Más o menos sí, aunque cuando ya estemos allí seguramente habrá factores que no teníamos contemplados. Ahora estamos en salas de ensayo y todo cambia, pero vamos con mi equipo a darlo todo y a coordinar con TVE para que sea un buen match.
¿Os habéis encontrado con algún tipo de restricción por parte de RTVE en la puesta en escena?
Es que nuestra propuesta no es nada muy tirado de las mechas, como decimos en Chile. No es nada muy loco, yo voy a mostrar quién soy y eso tiene que ver con cosas que se podrán mostrar, que serán 'aterrizadas' pero también mágicas. Pero no, no hemos tenido ningún problema.
Has dicho en muchas ocasiones que no eras muy seguidora de Eurovisión. ¿Tuviste dudas a la hora de aceptar la invitación de RTVE para participar en el Benidorm Fest?
No, me lancé a la piscina. Me pareció un llamado muy interesante y jamás se me hubiese ocurrido no aceptarlo, porque siento que mi música va mucho para la televisión, para Eurovisión... También me siento un aporte al mostrar algo diferente, porque yo vengo del underground de Chile, entonces me siento como un nuevo color que llega.
¿Llegaste a plantearte si tu música cumple con los criterios eurovisivos, si es que existen?
Yo voy con lo que voy. Creo que el criterio eurovisivo lo tengo más con el show, hemos estado estudiando otros espectáculos para atenernos a lo que es la televisión, porque no es una actuación en vivo y juegan otros elementos, pero para componer la canción no tuve nada de eso en cuenta. Creo que mi música puede ser muy eurovisiva.
¿Qué tal la experiencia con el público eurofán?
Es divertido, yo estoy superentretenida porque estamos a full y tengo a algún eurofán en mi equipo. Todos los días hacemos 'la hora 5' en Twitter y nos divertimos un montón. También estoy conociendo la cultura, porque esto es un termómetro de los tiempos, es pura cultura, filosofía y política. Es una enseñanza para mí.
Imagino que también habrás descubierto lo que es un eurodrama.
Sí, son las cosas que traen conflicto.
Muchas veces los generan los propios fans, ¿no?
¡Total! Es que es muy divertido. Es como un mundial de deporte, pero de la música. Y es mucho mejor, porque juega otro elemento que es el arte, que para mí es mucho más lindo que el fútbol.
¿Cómo valoras la recepción de 'Culpa'?
Está siendo muy buena, estoy muy sorprendida porque hay mucha gente que no me conocía y ahora me conoce por la canción. El tema tiene un mensaje potente de liberación y también ha tenido muy buena recepción de eurofans de fuera de España.
¿Te imaginabas que iba a haber tanta gente pendiente del Benidorm Fest?
He notado que todos los países que tienen sus previas también están pendientes este año del Benidorm Fest, porque es un 'update' que se pegó España y la gente lo está notando. Es maravilloso y yo estoy feliz.
En este proceso de preparación, ¿piensas mucho en Turín?
Yo prefiero ponerme en el panorama más bajo y que me sorprendan. No soy de esas personas de "follow your dreams", me gusta trabajar, trabajar y trabajar, esa es mi fórmula. Yo estoy trabajando y las ilusiones las dejo para otro momento. Si sucede, será increíble, lo voy a celebrar mucho y voy a ir a mi restaurante favorito a comerme una buena pasta, pero mi objetivo es el trabajo y el día a día.
"La culpa es un concepto religioso del que se han aprovechado para dominarnos"
¿Te planteas volver a renovar 'Culpa' en caso de que vayas a Eurovisión?
Sí, le haría un 'update' un poco más eurovisivo, más rápida y quizás un poco más 'trance'.
Háblame de la culpa. ¿Cuánto nos ha influido ese concepto?
Es un concepto religioso del que muchas personas se han aprovechado para manipularnos y dominarnos. Creo que es importante que cada uno vaya descubriendo su propia verdad. No tiene que ver un hedonismo desmesurado, que también puede ser peligroso al igual que una culpa extrema, cada uno tiene que encontrar su camino medio y su propia voz. De eso habla la canción: de liberarse.
¿Consideras que tu música se puede considerar política?
Totalmente, yo soy una persona muy política. La parte más política de mi carrera tiene que ver con declararme lesbiana desde el comienzo. Hace 10 años no había muchas mujeres artistas que se declararan lesbianas, eso es muy político. Después en mi disco 'Otra era' salí a pecho descubierto... Entonces, si ya todo arte es político, creo que yo lo he hecho de una manera más evidente representando a las lesbianas en el mundo, que hemos tenido pocas representantes en el mundo, y menos en la cultura pop, que sí está muy representada por hombres gais, por ejemplo.
¿En algún momento de tus inicios pensaste en convertirte en un icono LGTBI o surgió de forma natural?
Creo que fue un resultado por mis ganas de encontrar a más mujeres lesbianas, porque yo decía "¿dónde están las lesbianas? Quiero ligar un poco". Surgió así, pero también había un ímpetu rebelde y político. Me fui convirtiendo poco a poco en una activista, así que también me fui convenciendo de que lo era, porque al principio no me gustaba, hablaba de mi música y el titular era "soy lesbiana". Pero me di cuenta de que la sociedad necesitaba referentes, así que fui abrazando ese lugar y ahora sé que además de música soy activista.
¿Cómo ves tu compromiso con el Benidorm Fest de cara al futuro? ¿Volverías a presentarte?
Yo lo encuentro superdivertido, ¡sí! Me volvería a presentar, fue un llamado que tenía que seguir porque me gusta mucho la fantasía y creo que los shows de Eurovisión la tienen. Me encanta esta sana competencia de mostrar un espectáculo que casi es una ópera-pop en el escenario, lo estoy disfrutando mucho y viviendo el proceso que es estresante, pero es un estrés que no me molesta.
¿Va a surgir alguna colaboración con el resto de participantes?
¡Ojalá! A mí me encantaría colaborar con Rigoberta o Luna Ki, o con las dos, o hacer una colaboración las tres. Sería maravilloso y muy Benidorm.