La nueva edición de Secret Story, la primera con concursantes anónimos en España, está dando a conocer a nuevos rostros que en los próximos meses darán contenidos al reality y al resto de programas de Telecinco que comentan lo sucedido en el formato. Pero no sólo los habitantes de Guadalix han saltado a la fama: sus defensores también se han puesto en el foco y ya hay uno que se ha convertido en toda una revelación. Jonathan Vaquero, hermano de Cora, ha recorrido varios programas de Mediaset y ha protagonizado varios vídeos virales en la primera semana de concurso.
El impactante aspecto y la peculiar personalidad de este joven le han llevado a cobrar incluso más protagonismo que su hermana. Jonathan se muestra sorprendentemente cómodo en los platós, tanto que no tiene ataduras a la hora de pasearse frente a las cámaras y dar sus particulares discursos sin que nadie le tenga que dar permiso.
Sin duda, el hermano de Cora tiene muchos aspectos explotables en televisión y podría perfectamente formar parte de los próximos realities que acoja la cadena de Mediaset. Sin embargo, los episodios que está protagonizando este personaje hacen saltar la alarma de la duda sobre si es alguien idóneo para estar en directo en un plató.
No son pocas las declaraciones incendiarias que Jonathan ha vertido en sus virales intervenciones. En su paso por Sálvame llegó a decir que su padre fue "traficante de arte" e invitó a Terelu Campos a ver su prótesis testicular (perdió un testículo a causa de un cáncer) en el camerino. "Tengo para todas", le respondió a María Patiño cuando esta le dijo en tono de broma que dejase tranquila a su compañera.
Su visita a Viva la vida no fue menos impactante. El hermano de la concursante de Secret Story aprovechó su aparición para responder con sus peculiares formas a quienes le acusan de drogarse. "Claro que me drogo, ¿sabéis cuál es mi mayor droga? Cada día que sale el sol y me hace sentir vivo", espetó mientras la incomodidad y el estupor se dibujaba en los rostros de los colaboradores y de la presentadora.
"Mientras respiremos hay que ser felices y hay que sonreír porque la vida ya es suficientemente cruel, tiene que estar el amor por encima del miedo y del odio, el odio te intoxica y no te lleva a ningún lado, a mí me podéis intentar hundir, pero yo he venido aquí a mostrar mi corazón. ¡Vamos a vivir, joder!", espetó.
Ese mismo día, el hermano de Cora confesó que le gustan "las mujeres de plástico, las operadas", y hasta se atrevió a mandarles un mensaje en directo a todas ellas: "Aquí está vuestro conejito tatuadito".
Más allá de la comicidad y el atractivo televisivo que puedan tener las apariciones de un personaje así, lo cierto es que Telecinco está jugando con fuego al contar con la presencia de un hombre imprevisible que a menudo bordea los límites de la polémica.
El caso de Jonathan tiene precedentes en la cadena de Vasile. Aída Nízar, sin ir más lejos, fue la estrella revelación de la quinta edición Gran Hermano, pero sus cuestionables formas a punto han estado de costarle varios disgustos a Telecinco, como cuando le dijo a un hombre en silla de ruedas que "Dios da a cada uno lo que se merece o cuando le dijo a Rosa Benito en Supervivientes "imagínate que le pasa algo a Ortega Cano", sabiendo que el diestro estaba grave en el hospital tras sufrir un accidente de tráfico.
Otros ejemplos de personajes-bomba en el Universo Mediaset han sido la polémica y violenta Oriana Marzolli o la vidente Aramís Fuster, que en su paso por GH VIP amenazó con "pegar dos hostias" a Miriam Saavedra.
Teniendo en cuenta que Secret Story es un formato que ha llegado de forma forzada por la grave crisis que el caso Carlota Prado generó en Gran Hermano, Mediaset debería poner especial cuidado en controlar que no puedan surgir nuevas controversias que empañen también este nuevo reality. Si bien Zeppelin ha hecho lo propio con un amplio y exhaustivo protocolo de prevención de situaciones de riesgo, de nada vale si la cadena decide que siga primando lo televisivo sobre los principios éticos.