Este domingo se emitió una nueva entrega de Lo de Évole en laSexta, y en esta ocasión el invitado que contó su vida, con todas sus luces y sus sombras a Jordi Évole fue el gimnasta olímpico Gervasio Deferr. La entrega atrajo al 9,7% y 1.562.000 espectadores de media. Fue lo más visto de la cadena en toda la jornada de este 27 de febrero y dejó datos muy parecidos a los de la entrega previa, dedicada al rapero Morad.
Entre otras cosas, Deferr le dijo a Évole que “ninguna vida vale la pena ser destrozada por el alcohol. En esta sociedad hay mucha más gente alcohólica de lo que se cree, pero está normalizado”. Su vida cambió en 2002, cuando dio positivo por marihuana, lo que hizo que su imagen quedase manchada y no consiguiese patrocinios. Cuando se retiró se dio cuenta de que llevaba varios años bebiendo a diario y que estaba envenenado. “Llegué a hartarme de mi vida, no me aguantaba y era autodestructivo. Algunas veces he pensado que me daba igual si no me levantaba al día siguiente. A mi madre le dio un infarto y yo no podía estar porque estaba ciego. Era un círculo vicioso de drogas, alcohol y culpabilidad. Y mi madre muriéndose. Si se llega a morir, hoy no estoy aquí”, relató el gimnasta.
Con mucha autocrítica, Deferr contó cómo hizo todo lo posible “por ser el mejor gimnasta y también por no serlo” y cree que de haber tenido otro comportamiento acumularía al menos cinco medallas olímpicas en lugar de tres.
Las adicciones de Deferr no fueron solamente con el alcohol, también con otras sustancias. “El 14 de febrero de 2017 entro por primera vez en la clínica de desintoxicación. Me dijeron que era politoxicómano. Mi familia me ha apoyado todo el tiempo”, le dijo a Évole, apuntando que alguna vez se levantó tirado en la calle con sangre sin saber qué le había ocurrido. Además, reconoció haber maltratado psicológicamente a su expareja. “Estaba locamente enamorado de ella, pero no estuve a la altura. Por momentos era déspota, imbécil. Es triste. Si no lo recuerdo o verbalizo, es como que no lo supero”.
En televisión a Gervasio Deferr lo conocemos más allá de por sus hitos deportivos por su participación en el programa Splash! Famosos al agua, de Antena 3, en el que resultó ganador. Un concurso de salto de trampolín del que no guarda demasiado buen recuerdo. “Me veo físicamente fatal. Es cierto que no estoy tan mal, pero tenía nada que ver con lo que había sido”, reconocía.
Para él, aquel programa le permitió sentir de nuevo lo que es ganar, pero “en realidad estaba bastante intoxicado. Salía de ahí, me pillaba cuatro latas y me iba al hotel a beber y dormir”. “No lo disfruté nada, y solo entré por dinero. Les dije que iba a ganar y que fueran preparando el cheque. Voy a saltar con Falete, ¿cómo no voy a ganar?”, contó, añadiendo después que quería un montón al cantante de flamenco.
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