Agoney es el flamante ganador de la novena edición de Tu Cara Me Suena. El cantante confirmó su condición de favorito en una gala en directo en la que conquistó al público con su interpretación de S.O.S. d'un terrien détresse, un tema del kazajo Dimash, considerado por muchos como la mejor voz masculina del planeta.
El 53% de los espectadores otorgaron su apoyo al exparticipante de Operación Triunfo 2017, que decidió repartir los 30.000 euros de premio entre los cinco finalistas, de manera que Nia, María Peláe, Eva Soriano y Rasel también pudieron donar parte del premio a sus respectivas causas benéficas.
Tras su arrolladora victoria en el concurso, el tinerfeño charla con BLUPER para confesar cómo ha vivido este regreso al mundo de los talents y cómo ha sido su evolución personal y profesional desde que el mítico formato de RTVE le catapultase a la fama.
¿Cómo llevas la resaca de la victoria?
Muy bien, todavía sin descansar y sin asimilar todo lo ocurrido desde el viernes, pero muy feliz, por supuesto. Respondiendo a muchos mensajitos de cariño, viendo tantas noticias y muy contento.
¿Te ha dado tiempo a hacer balance de tu paso por 'Tu Cara Me Suena'?
Todavía no me ha dado tiempo. Hubo un delay entre la última gala grabada y la final en directo, así que hice un viaje para relajarme un poco, que hacía años que no viajaba. Ahí fue cuando realmente dije "es que ya se acaba Tu Cara Me Suena". Llevábamos desde septiembre grabando y ha sido tan caótico... ha sido muy duro. Al final se hace parte de tu rutina y de tu vida y ahora pienso "¿y yo qué voy a hacer sin tanto ajetreo?", pero la vida es así, acaban unas cosas y empiezan otras.
Desde fuera puede parecer un juego, pero durante los meses de grabación os entregáis al programa.
Yo entiendo que se piense eso, porque yo también veía las galas desde casa y veía a gente un viernes por la noche que iban a disfrazarse y cantar durante tres horas de gala. ¡Qué fácil! Pero la realidad no es así, la realidad es que tienes mucho menos de una semana, a veces incluso sólo un día, para preparar las actuaciones, que a veces ni conoces al cantante o la canción. También tienes que aprender la coreografía, los gestos, cambiar la voz, que es lo que más me ha costado... Y aparte de todo eso, enfrentarte a un plató de televisión, a todo un equipo y a millones de espectadores que te están viendo.
Has contado que al principio rechazaste participar en el programa por miedo a exponerte de nuevo en televisión.
Sí, es que yo la exposición la llevaba un poco mal. Yo soy un tío muy de encerrarme en el estudio, de componer en la intimidad... Necesito que sea un trabajo muy artesanal y solitario, me cuesta abrirme al mundo y cantar delante de millones de personas en televisión, pero al final los miedos están para afrontarlos.
¿Ya tenías ese miedo cuando te presentaste a 'Operación Triunfo' o te surgió en el programa?
Ya lo tenía. Yo era un niño que salía de un pueblo de Tenerife, con un círculo muy cerrado y muy tranquilo. Pensar en exponerme de repente a la televisión me hizo pasarlo bastante mal, pero es verdad que tampoco era muy consciente de la realidad. Ahora que ya han pasado años soy más consciente de las cosas y da un poco más de terror. Es que haciéndonos viejos cogemos más miedos.
Muchos cantantes profesionales que participan en 'TCMS' tienen miedo a no poder cambiar su voz. ¿Te pasó?
Sí, y además me ocurría en muchas galas. En los ensayos de la final me salía mucho mi voz y me decían "oye, dale más". Y yo le daba más, iba apretando un poquito más en cada ensayo, pero es que cuesta.
¿Has leído las críticas durante tu paso por el programa?
Absolutamente todo (ríe). Yo soy un poco masoca, me va el sado. También sabía a lo que me exponía y miedo cero, no tengo ningún problema con enfrentarme a las críticas de las personas.
¿Te ayudó tu paso por 'OT' a afrontar las críticas?
Sí, y mucho psicólogo (ríe). Se aprende mucho y, si te quieres dedicar a esto, tienes que saber llevar las críticas.
¿Crees que estabas preparado para enfrentarte a lo que vendría cuando saliste de la Academia?
No, no lo estaba. Por eso tomé la decisión de alejarme. No estaba preparado para sacar un disco y no tenía nada que ofrecer. Estaba vacío por dentro y bastante roto, así que hice lo que tenía que hacer: irme a mi casa, llorar mucho, recomponerme y sentarme al piano a escribir. Así nació Libertad, un disco que me dio la libertad para volver a enfrentarme a todo con fuerza y teniendo las cosas muy claras. No me arrepiento de eso, a pesar de que el mundo entero se me opuso y me decía "estás cometiendo un gran error, tienes que aprovechar el momento". No le hice caso a nadie, me hice caso a mí mismo y no me arrepiento.
¿Ese sentimiento de salir vacíos de 'OT' es generalizado entre tus compañeros de edición o fue tu caso particular?
Creo que fue solo mío. Hace poco invité a Roi a TCMS y tuvimos la oportunidad de sincerarnos ahora que ha pasado el tiempo. Yo le expliqué todo el proceso por el que pasé y creo que ni él era consciente. Él vivió un proceso completamente diferente, así que entonces te das cuenta de que cada uno lo vive a su manera y como puede. Pero al final los caminos se vuelven a cruzar y la vida es una rueda, tampoco hay que apurarse tanto con las cosas como nos hacen creer.
¿Te sentiste respaldado por el programa al salir de 'OT'?
Cuando hablamos de un programa o incluso de discográficas, parece que hablamos de cosas que no existen. Cuando dicen "las discográficas nos maltratan", ¿quién es la discográfica? Son personas. Al final yo he tenido la suerte de trabajar con Gestmusic, que a mí personalmente me ha cuidado mucho. Cuando terminé el programa, personas de la empresa me acogieron en su casa, me sentí respaldadísimo y siempre me he sentido muy querido por ellos. Yo he tenido mucha suerte con las personas de las que me he rodeado, también en la discográfica, así que estoy feliz por ello.
En 'OT' surgió una amistad con Mónica Naranjo, ¿te ha ayudado en este camino?
Sí, me ha ayudado mucho, muchas veces sin ella saberlo. Es una persona muy sabia y lo ha dejado claro siempre. Ya le dijo a Amaia en un programa "no es tu momento, pero vendrá" y el momento vino. Ella me dio consejos maravillosos que me guardo en lo más profundo de mi corazón y que me han ayudado a mantenerme en el tiempo.
¿En qué ha cambiado el Agoney de OT 2017?
En absolutamente todo. No queda nada de él, me lo cargué. Yo sufría mucho por todo. Estar en una ciudad extraña, rodeado de extraños, teniendo que enfrentarme a cosas que me daban terror... Era un cachorrito temblando de miedo. Ahora ha pasado tiempo, he vivido mucho y ha sido una locura. Siento que he crecido mucho y ya sé a lo que me enfrento en cada momento, me mantengo en pie y noto cómo me he hecho grande.
Ahora que has evolucionado tanto, ¿te gustaría seguir compaginando tu carrera musical con proyectos en televisión?
Pues es que yo nací en tele. Aunque mi casa de verdad sea el escenario, siempre que la televisión esté vinculada con la música, no me importaría participar.
Muchos de tus seguidores quieren que vayas a Eurovisión. Tengo que hacerte la pregunta del millón: ¿te presentarías al Benidorm Fest?
¡Uy, se nos acabó el tiempo de la entrevista! (Ríe). Creo que no es el momento, en estos años he acertado con el momento de cada cosa, por ejemplo con Tu Cara Me Suena, que ya se me había ofrecido la posibilidad de participar en años anteriores y yo sabía que no era el momento. Por ahora, sé que no es el momento para un programa como Eurovisión y dudo mucho que lo llegue a ser algún día.
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