María Casado recibió este miércoles al presentador y guionista Boris Izaguirre en su programa Las tres Puertas, en el prime time de La 1. En su charla el venezolano repasó toda su vida desde su infancia, y se mostró muy cercano a la periodista, a la que relató uno de los episodios más duros de su juventud.
“En mi adolescencia me vi envuelto en una violación grupal”, contó Izaguirre, aunque sin dar demasiados datos al respecto. Aquello sucedió mientras vivía con su familia en Caracas. “Mi madre me dijo: 'no puedes permitir que esto cambie todo lo que has aprendido'. La importancia de todo eso vino mucho tiempo después”, explicó el presentador de Lazos de sangre. Eso provoca que su recuerdo de aquella ciudad se vea empañado. “No creo en la nostalgia en ese tipo de cosas. Siempre que estoy allí me veo aturdídisimo”, reconoció.
Aunque en nuestra televisión lo conozcamos principalmente por su lado más showman, Boris Izaguirre comenzó en el medio como guionista. Llegó a España en el año 1992 precisamente para escribir una serie, adaptación de “una novela costumbrista gallega, La casa de la parra”. De esta forma remarcó que sus orígenes son “totalmente diferentes a Crónicas Marcianas”, programa nocturno en el que trabajaba como colaborador y donde era capaz de bajarse los pantalones todas las veces que hiciese falta para atraer la atención.
En la entrega Boris también habló de Rubén Nogueira, su marido, con quien lleva tres décadas de relación, y que ha aparecido en televisión en muy pocas ocasiones, como por ejemplo, durante la participación de Boris en MasterChef Celebrity. “Yo dejé un país, una vida y encontré el amor”, dijo con emoción.
Cuando empezaron a salir, Rubén le dijo: “Boris, tú quieres ser famoso. Se te nota, se te ve esa hambre que tienes de ser famoso. Yo ya no necesito eso. No me incluyas en la foto”. “Yo creo que se lo he respetado”, añadió el invitado de Las tres puertas.
En la entrega de este 16 de marzo, María Casado también habló con María Peláe, Nieves Álvarez y Loles León. Loles, en concreto, ofreció un relato lleno de luz y de ganas de vivir. “No me quiero morir, quiero vivir hasta los 150 por lo menos. Si el gris se porta, yo tira para adelante. Me pongo pelucas, dentaduras… Lo que sea. Pero quiero estar aquí, porque ¡me gusta tanto la vida! ¡Amar a todo!”, dijo la artista, de 71 años.
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