No hacía ni un año que se estrenó la primera temporada de Drag Race España, pero ha parecido una eternidad. Este domingo 27 de marzo ATRESplayer Premium al fin estrenaba la nueva etapa del concurso que busca a la nueva drag superstar patria, y lo ha hecho con nivelón y a lo grande. El talent show presentado por Supremme Deluxe ha recibido a doce nuevas reinas, y si una palabra ha brillado en la presentación, esa es la de diversidad.
Ariel Rec, Diamante Merybrown, Drag Sethlas, Estrella Xtravaganza, Jota Carajota, Juriji Der Klee, Marina, Marisa Prisa, Onyx, Samantha Ballentines, Sharonne y Venedita Von Däsh han traído un espectro del drag mucho más amplio que el de sus predecesoras. Hay más tallas, etnias, identidades de género, orientaciones sexuales, más estilos de entender esta rama del mundo del espectáculo y del cabaret. Cabe destacar a Jota Carajota, quien habló de la lgtbifobia en el mundo gitano y cómo gran parte de su familia le ha retirado la palabra por ser drag. En un giro inesperado, más tarde descubrimos que Jota es bisexual y que tiene novia, lo que sirve para romper estereotipos. Y luego tenemos a Juriji Der Klee, que es una chica trans que hace drag, algo cada vez más habitual dentro de la franquicia. Hasta los chicos del Pit Crew (o ayudantes) son más diversos: en una sola pincelada hemos visto un chico trans, un osete y otro completamente musculado.
En esta nueva aventura da la sensación de que Drag Race España busca tener un sello que nos diferencie del resto de la franquicia, incluida la realización, que está ofreciendo planos a los que no estamos acostumbrados en el resto de ediciones. Y se está potenciando el sabor ibérico, explotando nuestra cultura y nuestras raíces.
En la presentación algunas drags brillaron más que otras, empezando por Samantha Ballentines, la primera en entrar al taller, y que es un no parar de soltar gracias, una tras otra. El año pasado se intentó crear una trama de mal rollo entre Sagittaria y Dovima, y este año se ha repetido ese hilo y multiplicado. De las aspirantes a la corona, Jota Carajota es la que lo tiene más complicado para llevarse bien con sus compañeras: tiene cuentas pendientes con Diamante Merybrown, y Estrella tampoco termina de cuajar con ella. A ver cómo se exprime este conflicto, porque el año pasado creíamos que Sagi y Dovi nos iban a dar un poco de CoCo Montrese y Alyssa Edwards y al final terminaron siendo uña y carne.
Y para conectar con la temporada predecesora, también tenemos por allí a Ariel Rec, hermana de la finalista Killer Queen, y a Drag Sethlas, hija de Vulcano. Esta última se ve que ha aprendido de los errores de su mentora, y sabe cómo robarse el foco y dar un buen show cada vez que la cámara se enciende. Ojo con ella, que esta vez el drag canario ha venido para quedarse.
El primer mini reto de la temporada consistió en posar para la cámara del fotógrafo Mista emulando La maja desnuda, de Goya, y me resultó muy llamativo su desarrollo. Habitualmente la sesión fotográfica se realiza con el mismo look de entrada, pero aquí las hicieron desnudarse (o crear una fantasía de desnudez, al gusto del consumidor). Y ahí brilló la gaditana Estrella Xtravaganza, que ganó un lote de maquillaje.
Para el gran reto semanal las participantes debían llevar un traje inspirado en alguien célebre de su ciudad, y luego, otro inspirado en la propia ciudad. En el primero el abanico fue amplio y lleno de referentes, que iban de la Dama de Elche a Rocío Jurado, pasando por Montserrat Caballé. Pero si hay alguien que rompió moldes fue Marina, que revivió al célebre artista del underground Ocaña, aquel que murió por las quemaduras que sufrió en un show en el que prendía fuego a su traje de papel.
Gracias a esta participante estoy seguro de que fans del programa de todo el mundo estarán poniendo su nombre en Wikipedia y queriendo saber quién era aquel que se paseaba por Barcelona con falda y sin ropa interior. Porque Marina, cual Ocaña, enseñó la colita durante su pasarela, algo que jamás se había visto en ninguna de las más de 20 ediciones que lleva el programa entre temporadas normales, ediciones All Stars y versiones internacionales. Para quien no conozca a Ocaña, que busquen la película documental Ocaña, retrato intermitente, de Ventura Pons.
Con Gloria Trevi como invitada, el jurado volvía a estar compuesto por Supremme, Ana Locking, Javier Calvo y Javier Ambrossi, y decidieron que las tres mejores eran Onyx, Sharonne y Marina, siendo Onyx la ganadora del primer programa. Lo cierto es que su look inspirado en el ángel caído del madrileño parque del Retiro fue un pasote, algo nunca visto en la pasarela, y que supo reinventar algo que podría estar, a priori, muy visto. Un gran top 3, sin duda.
En la parte baja estaban Jota Carajota, Samantha Ballentines y Marisa Prisa, y también estaba de acuerdo con la decisión. Jota me parece muy prometedora, pero le pasa lo mismo que a Samantha; son más graciosas en el taller que cuando tienen que dar la talla en la pasarela. Marisa, por su parte, se hacía pequeña a sí misma frente a sus competidoras, recordándonos que estamos en un show televisivo muy duro, y que en el plató y con los focos se puede bloquear cualquiera, por seguro que pueda parecernos. Jota se salvó, y Samantha y Marisa se batieron en el playback a muerte. Para muchos, empezando por el que aquí escribe, Samantha tenía muchas papeletas para ganar la temporada, pero de un plumazo le han dicho que se tiene que poner las pilas, porque el número de followers no garantiza nada en esta competición. Defendieron de forma muy loca ‘Todos me miran’ de Gloria Trevi, y acabaron arrancándose pelucas, tacones, un poco sin sentido todo. Me recordaron a Milan, de la cuarta temporada de Estados Unidos, que en esa prueba solía acabar medio en pelotas, arrancándose ropas, pelucas y de todo. Samantha se salvó, y Marisa Prisa fue la Porkchop de la segunda temporada.
En definitiva, el programa ha tenido una presentación por la puerta grande, con mucho nivel, y ha dejado claro que cualquier cosa puede pasar, como que una potencial fan favorite como Samantha pueda empacar en la primera noche. Permaneceremos atentos a la evolución del programa y a las reinas; yo todavía no he conseguido tener una sola favorita.
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