La pasada semana el programa Drag Race España despedía a su concursante andaluza Samantha Ballentines, y en los primeros minutos del capítulo de este domingo se notó ya su ausencia. Todas sus compañeras coincidieron en que Samantha era un rayo de luz dentro del taller, y alguna no pudo evitar romper en lágrimas lamentando su marcha. La situación se volvió tan triste que aquello se acabó bautizando como un funeral travesti.
De forma excepcional, esta semana no hubo un mini reto: todo el programa giró alrededor de un maxi reto que consistía en protagonizar una versión drag de la obra de teatro (y película) La llamada. En esta ocasión, en lugar de transcurrir todo en un campamento cristiano en el que una chica recibe la llamada de Dios, la ambientación transcurría en un campamento drag donde una reina descubre a través de las visitas de cuatro musas que puede ser drag rompiendo todos los moldes que desee. El título del montaje no podía ser otro: La llamadrag.
De haber sucedido el mini reto, probablemente, la ganadora habría hecho el reparto de papeles. Sin embargo, aquí fueron Los Javis, creadores del musical original, quienes coordinaron qué rol haría cada cual, quizá velando de manera descarada para que se consiguiese un buen show sí o sí.
El reparto de roles quedó tal que así: Marina sería la sosias de María (Macarena García en la película), la reina que recibe la llamada. La catalana estuvo brillante y sostenida, y francamente bella con la peluca naranja. Diamante Mary Brown era su compañera Susanal (Anna Castillo en la película), quien descubre que es lesbiana; el papel le venía grande, ha demostrado que la interpretación no es lo suyo, aunque ella reme a favor de obra echándole mucho morro, sin venirse abajo.
Sharonne fue Sor Bernarda (Gracia Olayo en La Llamada), la directora del campamento, y estuvo brillante, como era de esperar; tiene un talento enorme esta artista. Y Estrella Xtravaganzza consiguió el papel de Mila Gritos, que demostró que es una amante de la obra de teatro original y se convirtió en la heredera de Belén Cuesta. Estrella hizo honor a su nombre, resplandeció y te hacía querer más y más. Tiene madera de finalista o de potencial ganadora de la temporada.
Jota Carajota, Juriji, Drag Sethlas y Veneditta fueron las cuatro musas (equivalentes a Dios en el musical) y Onyx desempeñó el papel de madre fundadora, que hablaba y cantaba a través de un cuadro. Un papel que le permitía ser roba escenas puntual, y que defendió todo lo mejor que pudo.
En la pasarela la categoría principal era “dos en uno”, es decir, una oda al ruveal, a las revelaciones. Ahí cada reina hizo lo que le salió de la peineta: Onyx y Diamante entendieron que aparecer envueltas en un huevo sin que se les vea ni la cabeza, por ejemplo, ya podía considerarse un look. Otras como Estrella y Sethlas dieron tres y cuatro trajes, cuando la categoría pedía dos. A Jota Carajota le falló la ejecución de la pasarela, y no se entendió su historia inspirada en el nacimiento de Venus. La que hizo quizá la revelación más limpia y sorprendente fue Marina de nuevo, que fluía por la pasarela. Porque hay una regla no escrita a la hora de hacer revelaciones que nos recuerda que el segundo look tiene que ser tanto o más bueno y sorprendente que el primero, y esto no siempre pasó.
Los jueces (entre los que estaba La Prohibida como invitada, que ojalá repita alguna vez más) situaron a Sharonne, Estrella y Marina en el top, y en el bottom a Onyx, Juriji der Klee y Jota Carajota, aunque a la primera le dijeron que estaba ahí casi de rebote. No me pareció que Onyx fuese lo peor; Diamante había tenido más texto, más oportunidad para lucirse, y no supo aprovechar la ocasión, por ejemplo. Juriji dejó aflorar entonces a su saboteadora interior, y reconoció que no se ve suficientemente buena, y echó alguna lágrima.
La mejor de la noche para los jueces fue Estrella, que hizo honor a su nombre. La andaluza estuvo sembrada, demostró amor y respeto por el musical original, y además, destacó la importancia de tener referentes LGTBIQ+. Así, contó emocionada cómo con doce años se dio cuenta de que podía vivir su orientación sexual con libertad gracias al personaje de Fer, interpretado por Javier Calvo, en la serie Física o química.
Finalmente, el playback a muerte lo tuvieron que hacer Jota Carajota y Juriji, y dieron un show que no llegué a entender. La canción que defendían es ‘Baloncesto’ de La Prohibida, que permite mucha interpretación, pero terminaron arrancándose ropas y pelucas. Y en este cuarto episodio terminamos, finalmente, diciendo adiós a Jota Carajota. Para la semana próxima tendremos el juego de las imitaciones, y está garantizado que dará mucho de qué hablar.
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