En televisión hay muchas personas que están ansiosas de fama y de dinero (relativamente) fácil, que van encadenando platós y realities. Y aunque le vimos concursar en dos programas muy exigentes, cada uno a su manera, José Luis Losa, que falleció este sábado a los 47 años, no pertenecía a esos perfiles. Él fue un hombre campechano, encantador (y a veces testarudo), que usó la pequeña pantalla para conseguir una mejora en su vida, y cuando lo consiguió, se retiró de la misma alegremente, dispuesto a vivir la vida de una forma calmada y amable.
Lo conocimos en el año 2016, en el concurso MasterChef. Hasta ese momento era pintor de brocha gorda, pero buscaba un cambio profesional y quería apostar por la cocina. Su paso por aquel concurso estuvo marcado por su buen humor y por toda la luz que desprendía, pues conseguía iluminar a todos los que estaban a su alrededor. Es difícil no recordarle con una sonrisa en la boca, y con unas justificaciones ante sus platos fallidos que no siempre aterrizaban bien.
Durante el tiempo que duró el concurso, José Luis se arrepintió de no haber estudiado más, pues con los años él mismo comprobó que su cabeza daba para mucho. Aunque comenzó en MasterChef de manera un poco tosca, poco a poco aprendió a refinar sus platos y sus presentaciones. Se metió al jurado en el bolsillo, y también al público presente en su casa; terminó convirtiéndose en tercer finalista de su edición.
Prácticamente, un año después de que se estrenase MasterChef, José Luis volvía a la televisión: Telecinco sorprendía al confirmarle como uno de los concursantes de Supervivientes. Al principio su fichaje sorprendió: no era un famoso al uso, sino más bien alguien de cierta popularidad, y que encima había arrancado su carrera televisiva en un programa de la competencia. Pero, por lo que habíamos podido conocerle en el programa que entonces presentaba Eva González, sabíamos que José Luis podía dar mucho juego en Honduras, por su gran corazón y su afán de superación.
Y se superó, semana a semana. Fue un gran compañero, que hizo muchas migas, por ejemplo, con Iván González, quien el pasado sábado entró en el Deluxe para recordar a su compañero. Pescó, cocinó, se dejó el pellejo en las pruebas. Demostró, como ya dijo en el otro concurso, tener una gran cabeza, supo no perder los nervios ante las condiciones extremas del clima, no dejó que el hambre le hiciese enloquecer, y no se planteó tirar la toalla ni cuando su salud estaba en horas bajas.
Gracias a Supervivientes pudimos conocer a Inma Simarro, su esposa, el pilar de su vida y madre de sus dos hijos. Con mucha prudencia y elegancia, Inma era la encargada de su defensa en plató, aunque el momento más recordado de ambos fue su reencuentro en Honduras. Algo que sucedió cuando el concurso estaba ya bastante avanzado; José Luis tenía un cólico, y su permanencia en el reality estaba en el aire. Para darle una sorpresa e insuflarle ánimos, Inma acudió hasta el otro lado del charco, y le llevó una tarta. Eso llenó de ilusión a José Luis, que no dejó de besarla, abrazarla y repetirle lo guapa que estaba. Fue, quizá, su momento más hermoso de todo el reality. Losa era una persona muy luminosa, pero su final ha sido bastante aciago.
En febrero de 2022, Inma murió de un infarto, y eso le dejó completamente destrozado. Durante una visita a Sálvame, en abril, José Luis lamentó no haber podido disfrutar casi del premio de Supervivientes (200.000 euros brutos, más su caché semanal), por haber tenido siempre la cabeza puesta en la jubilación. Unas semanas más tarde, él mismo fallecía, sin haber llegado siquiera a cumplir 50 años.
En la memoria de los más televisivos, José Luis siempre será recordado como alguien sonriente, dulce, con un acento único que unía sus raíces vascas y su vida en Albacete. Como dijo Ion Aramendi en Supervivientes: Conexión Honduras, José Luis nos demostró que era un grandísimo Superviviente y sobre todo una gran persona. Su forma de ser, su compañerismo, su generosidad y su humildad nos conquistó a todos, y con esa luz le recordaremos.
[Más información: ‘Supervivientes: Conexión Honduras’ dedica su emisión a José Luis Losa]