Belén Esteban vive uno de sus momentos más delicados tras la aparatosa caída que sufrió el pasado 25 de abril durante la emisión en directo de Sálvame. Después de las complicaciones que retrasaron su intervención quirúrgica, ahora la colaboradora ha recibido una nueva noticia que ha hecho mella en su ánimo: su hospitalización se alargará más de lo previsto.
Tal y como han desvelado en su programa, Belén deberá estar "como mínimo" diez días más ingresada en el madrileño Hospital de La Luz para poder recuperarse de la operación. Y es que, aunque la intervención fue un éxito, su fractura finalmente resultó ser más complicada de lo que parecía. El doctor encargado de operarla explicó a Sálvame que el peroné de la de Paracuellos estalló en varios pedazos y la lesión era "muy considerable".
Este nuevo contratiempo que la ha obligado a cancelar sus planes profesionales, unido al doloroso e incómodo postoperatorio, ha hecho que la 'princesa del pueblo' esté muy afectada anímicamente.
La colaboradora de Sálvame está teniendo problemas para conciliar el sueño, ya que sufre intensos dolores por los que a menudo le tienen que suministrar calmantes. Además, está conectada a una máquina que va drenando la zona afectada para poder así acelerar su recuperación.
Tal es el bajón anímico de la Esteban que, según se ha contado en su programa, no quiere recibir visitas ni responde a las llamadas y mensajes que todas las personas de su entorno le han enviado en estos complicados días.
A su lado, incondicionalmente, su marido, Miguel Marcos, que no se ha separado de ella ni un momento desde que sufrió su fatal caída y que, pendiente de la colaboradora las 24 horas del día, tan solo abandona el hospital para ir a casa a darse una ducha y cambiarse de ropa. Fiel a su discreción, el conductor de ambulancias prefiere no dar detalles de cómo se encuentra la 'princesa del pueblo', a la que todavía le quedan 10 días de hospitalización y una larga y complicada rehabilitación por delante.
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