Chanel Terrero es la representante de España en el Festival de Eurovisión de 2022, y se sitúa como una de las grandes favoritas de la edición con su tema ‘SlowMo’. Una propuesta bailable que le permite dar todo de sí en el escenario, y que nos hace soñar quedar en la final como “primera, nunca secundary”.
Históricamente, las mujeres solistas como Chanel han dado muy buena suerte a España en este concurso musical. Sus dos únicas victorias fueron féminas: Massiel en el año 1968 y Salomé en 1969, esta última, compartiendo triunfo con Reino Unido, Francia y Países Bajos, en la única victoria compartida de Eurovisión. Luego están Karina (1971), Betty Missiego (1979) y Anabel Conde (1995), quienes acariciaron la victoria, y terminaron en segunda posición.
Contando a Chanel, han sido 22 las artistas femeninas solistas que han representado a TVE en el concurso que lanzó a la fama a Cliff Richards, Domenico Modugno o ABBA, entre tantos otros. De hecho, España debutó con una mujer, Conchita Bautista, en 1961, con el famoso tema ‘Estando contigo’, que luego grabaría Marisol, y en 1965 repitió, con ‘Qué bueno, qué bueno’. Aquella vez Conchita se trajo un cero patatero para España y quedó última, aunque no era nada nuevo para nuestra televisión. Ya en 1962 Víctor Balaguer con ‘Llámame’ había logrado otro rosco.
En los años 80 no nos fue demasiado bien con las mujeres en Eurovisión, al menos, como solistas. Lucía en 1982 consiguió un décimo lugar con el tango ‘Él’; Remedios Amaya se trajo otro cero con ‘Quién maneja mi barca’ en 1983. Paloma San Basilio, que ya tenía una importante trayectoria a sus espaldas, se conformó con una posición 14 de 19 con ‘La fiesta terminó’ en 1985, Patricia Kraus, hija del tenor Alfredo Kraus, se quedó en el puesto 19 de 22 en 1987, y Nina, en 1989, cogió algo de impulso y se posicionó sexta con el tema de Juan Carlos Calderón ‘Nacida para amar’.
De los años 90 hay que destacar a Eva Santamaría con el tema ‘Hombres’, que fue muy controvertido por la imagen que daba del género masculino, llamando a los hombres “desordenados y niños malcriados”, entre otras lindezas; fue la primera canción que dijo la palabra “sexo” en el Festival de Eurovisión. Consiguió una undécima posición, con un total de 58 puntos que ya hubiese querido para sí Lydia, la cantante de 1991. Quedó última con un solo punto, otorgado por Croacia, único país que votó su tema ‘No quiero escuchar’.
En La Década de 2000, Rosa López intentó que toda Europa viviese una celebración en 2002, y que le permitió alcanzar una séptima posición en la tabla. Aunque todo el mundo recuerda con cariño el paso de la granadina por el Festival, lo cierto es que para ella fue una experiencia agridulce. Esta misma semana contaba en La Noche D que “no volvería a competir, pero me encantaría volver para hacer una pedazo de actuación como invitada”. Narró cómo tenía una presión enorme para traerse el micrófono de oro, y aunque “quedamos en un buen puesto, séptimos, en aquel momento pareció lo peor, porque la gente pensaba que íbamos a ganar”. Un año después, otra artista surgida de OT, Beth, intentaba traerse la victoria con ‘Dime’ pero quedó octava. A ella no le supuso demasiada pena; la catalana había dejado muy claro, desde el principio, que defender este hit era una imposición, pero que a ella no le agradaba la canción en absoluto. La siguiente solista femenina procedía del mismo talent show: Soraya Arnelas, que en 2009 entonó ‘La noche es para mí’. Quedó penúltima.
En la pasada década, Lucía Pérez fue a Eurovisión tras ganar el concurso Destino Eurovisión, con el tema ‘Que me quiten lo bailao’, y que solo le permitió alcanzar una posición 23 en la tabla. En 2012, Pastora Soler nos permitió recobrar la ilusión con su tema ‘Quédate conmigo’, y terminó décima, igual que Ruth Lorenzo en 2014 con ‘Dancing in the rain’. La suerte no sonrió a Edurne en 2015, que acabó también en la parte baja de la tabla, igual que Barei en 2016, quien es hasta la fecha la última solista de España.
Es de justicia recordar también a Azúcar Moreno (1990), Son de Sol (2005) y Las Ketchup (2006), como el único dúo, trío y cuarto femenino, respectivamente, que ha representado a España en Eurovisión. Únicamente las primeras consiguieron llegar a lo alto de la clasificación. Luego están Mocedades (1973), Bravo (1984) y El sueño de Morfeo (2013) como grupos que tuvieron una mujer como voz principal. Los primeros consiguieron un segundo lugar, y la mayor puntuación que jamás ha logrado España en el concurso, con un total de 125 puntos, gracias al tema ‘Eres tú’. Por último, hay que mencionar a los TNT (1964), Trigo Limpio (1980) y La Década Prodigiosa (1988) como grupos con componentes femeninos, y a Sergio y Estíbaliz (1975) y Amaia y Alfred (2018) como dúos mixtos.
La gran asignatura pendiente de España en Eurovisión es, sin embargo, la apuesta por mujeres compositoras para Eurovisión. A lo largo de sus 61 años participando en el concurso, y más de 90 compositores que han participado como autores, tan solo 9 son mujeres. Ellas son Fina de Calderón con el tema ‘Caracola’ de los TNT, María José de Ceratto que ideó la música de ‘Vivo cantando’, Amaya Sáizar por ‘Lady Lady’ de su grupo Bravo, Patricia Kraus por su tema ‘No estás solo’, Amaya Martínez de Andermay fue coautora de ‘Dime’, Rebeca trabajó en ‘I love you mi vida’ de D’Nash, Raquel del Rosario en ‘Contigo hasta el final’ de su grupo del Sueño de Morfeo, y Ruth Lorenzo y Barei como compositoras de sus propuestas.
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