Telecinco retomó el pasado miércoles 1 de junio la emisión de Dolores: la verdad sobre el caso Wanninkhof, la docuserie que recoge el testimonio de Dolores Vázquez dos décadas después de ser condenada injustamente por el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof.
La cadena de Mediaset ya acogió en noviembre la emisión a modo promocional de uno de los capítulos de esta serie, que está disponible al completo en la plataforma HBO Max, despertando un gran interés entre la audiencia, pero ahora la situación está siendo muy distinta.
El domingo 21 de noviembre de 2021, Telecinco emitía el previo Las claves del caso Wanninkhof ante 2.569.000 espectadores, firmando un buen 15,9% de cuota. Inmediatamente después, el segundo capítulo de la docuserie (se decidió omitir el primero porque no aparece Dolores Vázquez) elevó el share hasta el 18,2% con más de 2,5 millones de espectadores.
Esos datos auguraban un buen recibimiento para el regreso de la docuserie a la televisión en abierto medio año después, pero esas esperanzas se empañaron con el dato cosechado por el tercer episodio el pasado miércoles 1 de junio, que tuvo que conformarse con un discreto 11,8% y 1.122.000 espectadores.
A falta de conocer cómo se comportarán las audiencias de los próximos capítulos, todo parece indicar que la estrategia de Mediaset ha servido más para atraer a los espectadores a HBO Max que para seguir la docuserie en abierto. Y es que promocionar en un canal lineal el estreno de una plataforma para acoger ese mismo producto en abierto meses después no parece ser la opción más idónea, tal y como demuestran otros casos similares al de esta serie.
Algo muy parecido a lo que está sucediendo con Dolores ocurrió el año pasado en Atresmedia con Los hombres de Paco. El primer episodio del regreso de la mítica serie de Antena 3 se emitió en simulcast en el canal lineal y en ATRESplayer PREMIUM el 10 de mayo, consiguiendo reunir en abierto a 2.691.000 espectadores con un espectacular 19,5%.
El resto de capítulos de la nueva temporada se emitieron únicamente en la plataforma de pago hasta que, el 9 de septiembre, Antena 3 retomó la ficción en su parrilla, pero sin el esplendor que había demostrado cuatro meses atrás. Aquella noche la serie se anotó un 12% de share y poco más de 1,2 millones de espectadores, perdiendo siete puntos y más de 1,4 millones de seguidores con respecto al capítulo de estreno emitido en mayo.
Las siguientes entregas de Los hombres de Paco fueron perdiendo interés hasta caer al mínimo en el octavo capítulo con un discretísimo 6,4% y 752.000 espectadores, un dato que llevó a la cadena de San Sebastián de los Reyes a decidir tirar definitivamente la toalla con esta ficción.
La principal diferencia con respecto al caso de Mediaset es que Atresmedia se beneficia de ambas ventanas de explotación, Antena 3 y ATRESplayer, por lo que tiene más opciones de rentabilizar la serie y su fracaso no tiene por qué implicar un mal funcionamiento del producto en la compañía. Dolores, por su parte, ha llegado a Mediaset cuando ya ha sido rentabilizada por HBO Max sin que la cadena de Paolo Vasile haya podido beneficiarse de su buena acogida más allá del estreno promocional de noviembre.
En el extremo contrario a ambos casos se encuentra el fenómeno de Alba. La serie ha tenido una gran acogida en Antena 3 a pesar de estrenarse tras estar un año disponible en el catálogo de ATRESplayer PREMIUM, demostrando así que explotar ambas ventanas correctamente puede darle una doble vida a los productos. A diferencia de Dolores o Los hombres de Paco, la ficción protagonizada por Elena Rivera no tuvo estreno promocional en Antena 3 y ha emitido todos sus episodios semanalmente sin interrupciones que obliguen a los espectadores a elegir entre esperar durante meses a que vuelva a emitirse o suscribirse a la plataforma de turno para poder seguir disfrutando del producto.
Con estos tres ejemplos se aprecia, en definitiva, que para las televisiones en abierto resulta mucho más efectivo ejercer como segunda ventana una vez que las producciones están rentabilizadas en plataformas, mientras que queda patente la dificultad para mantener el interés de la audiencia tras estrenar la primera entrega de una ficción o serie documental en abierto y no poder continuar con su emisión hasta meses después.
[Más información: El caso de éxito de 'Alba': la serie que ha encontrado una segunda vida en abierto un año después de su estreno]