El pasado sábado 25 de junio los espectadores de Telecinco acudían sorprendidos a un espectáculo televisivo que pocos podían esperar incluso conociendo los antecedentes de Rosa Benito en lo que respecta a cambiar de parecer y desdecirse.
Amador Mohedano acudía a Déjate querer con el objetivo de recuperar a su exmujer y poner fin a casi una década de tensiones y reproches cruzados. A diferencia de las últimas visitas del hermano de Rocío Jurado a Mediaset, en las que Rosa hacía todo tipo de esfuerzos para no cruzarse con él, en esta ocasión la Benito se mostró sonriente y encantada con el encuentro dudosamente inesperado con el padre de sus hijos.
Rosa y Amador protagonizaron un empalagoso acercamiento que culminó con el paredón del programa levantándose y ambos sellando la paz con un beso en los labios, un gesto con el que la ganadora de Supervivientes 2011 corre un tupido velo sobre todas las barbaridades que ha dicho de Amador desde su separación hasta hace apenas unos meses.
Esta actitud no es nueva en Rosa, a quien Rocío Carrasco califica en su docuserie como "veleta" por sus continuos cambios de parecer. Pero lo cierto es que esta desmemoria constante no es un rasgo que afecte únicamente a la personalidad de la excuñada de 'La más grande', sino que parece extenderse como una dolencia contagiosa entre buena parte del clan Mohedano-Jurado, en concreto entre quienes han cerrado filas contra la hija de la cantante tras su testimonio en Rocío, contar la verdad para seguir viva.
El propio Amador Mohedano ha pasado de destapar la cara oculta de Antonio David Flores, de quien aseguró que en una ocasión le advirtió con que le mostraría a su "otro yo", a mostrar una excelente relación "por el bien de los niños" (de Rocío y David Flores), argumento que repiten como un mantra todos los familiares de Rocío que han comulgado con ruedas de molino para alinearse con el ex guardia civil.
Otro caso especialmente llamativo es el de José Ortega Cano. El viudo de la artista llegó a decir en directo en el programa Salsa Rosa, durante una intervención telefónica de Antonio David, que este había maltratado a Rocío Carrasco y que había testigos de ello. Tiempo después, el torero caería en la desmemoria colectiva de los Mohedano y negaría la mayor, mostrando una magnífica relación con Flores que no se ha roto ni siquiera tras saberse que el que fuera colaborador de Sálvame filtró información muy comprometida sobre el diestro al programa para que se la preguntaran en la sección Quiero dinero.
Historia de la televisión es ya el momento en que José Antonio Rodríguez, marido de Gloria Mohedano, negó en directo durante la emisión de Montealto que Antonio David le hubiera confesado jamás haber sido infiel a Rocío Carrasco. Sin embargo, el documento de su declaración en el Tribunal de la Rota dejó en evidencia que mentía. Una vez más, la desmemoria.
Raquel Mosquera es otra de las víctimas de esta amnesia repentina que, casualmente, siempre favorece al novio de Marta Riesco. La peluquera se deshacía en halagos hacia Rocío Carrasco en la época en que estaba con su padre, Pedro Carrasco. "Siente locura por su padre. De hecho, su padre lo que más quiere en este mundo es a ella y a mí", llegó a decir en Crónicas Marcianas.
Mosquera no dudó en desmentir el distanciamiento entre el boxeador y su hija. "Gracias a Dios, ella se va haciendo más mayor y tiene sus niños, su trabajo... Se acaba de divorciar, ahora tiene su pareja... Es lógico que tenga menos tiempo igual que cualquier hijo de sus padres", explicó. Además, envió un mensaje a Antonio David: "Le aconsejo que se porte bien, que tiene unos hijos".
[Raquel Mosquera pierde los papeles en ‘Viva la vida’ cargando contra Rocío Carrasco]
Aquellas palabras se han transformado ahora en un continuo ataque a la hija del que fuera su gran amor. "Yo sé que Pedro te quería mucho, pero tú no le demostrarse el mismo cariño. Si quieres, denúnciame", dijo mirando a cámara y visiblemente alterada en Viva la vida.
La propia Mosquera presumió en el programa de Emma García de no tener miedo porque "la verdad solo tiene un camino". Pero lo cierto es que el camino de los aliados de Antonio David parece tener numerosos atajos por los que cambiar de dirección para llegar a un mismo punto: el de enfrentarse a Rocío Carrasco y cuestionarla a cualquier precio.