Entre los muchos calificativos que podrían utilizarse para describir a Mario Vaquerizo, deslenguado y apasionado serían probablemente dos de los más certeros. Pero el eternamente joven cantante de las Nancys Rubias es mucho más que eso: fiestero, polémico, amante de la cerveza, periodista, mánager o DJ, por ejemplo.
Esta última faceta profesional en la que une dos de sus grandes pasiones: la música y la fiesta, ha quedado algo desplazada en su vida debido a la cantidad de proyectos que le surgen en otros ámbitos. Sin embargo, el pasado miércoles 6 de julio su agenda le permitió brillar en el espacio Disco Vibra Mahou, el punto de encuentro que la marca ofreció a los amantes de la cerveza y de la música disco en el Mad Cool en Madrid, donde Vaquerizo fue la sorpresa de la noche junto a OBK y pinchó grandes hits de la música disco.
"Tengo la suerte de que las cosas que no me gustan, no las hago", explica a BLUPER el polifacético artista, que no duda en hacer gala de una rebeldía que le lleva a huir de lo que él denomina "la dictadura de lo políticamente correcto".
¿Cómo te sientes al pinchar por sorpresa con Vibra Mahou en el Mad Cool?
Pues muy bien, porque ser DJ para mí no es nada ajeno, aunque sí es cierto que en los últimos años paré porque no me da la vida, es lo que tiene ser tan multifacético. En este caso me hace doble ilusión, por un lado porque me gustan mucho los festivales, me gusta parcipar de ellos como artista y como espectador. Además en este participo como DJ poniendo música disco, que forma parte de mi banda sonora y es un estilo musical que siempre he defendido, porque yo considero que la música disco fue un revulsivo en su momento, incluso fue denostada por los más puristas. Es un regalo que me da Mahou en el Mad Cool, que me parece que es uno de los festivales que se han convertido en lo más puntero de la ciudad de Madrid.
Y de todas estas facetas que tienes, ¿hay alguna con la que te quedes o por la que tengas preferencia?
Yo me siento muy afortunado de que mis aficiones se conviertan en mi medio de vida. Lo vivo como un gran privilegio, aunque también es cierto que conforme vas creciendo, vas seleccionando. Por ejemplo, ahora no pincho tanto como hace cuatro o cinco años, porque en este momento me apetece pinchar menos, pero no quiere decir que me guste más que otra cosa. Tengo la suerte de que las cosas que no me gustan, no las hago. Lo he hecho así desde siempre, desde pequeño.
"He trabajado mucho, pero no lo veo como un viacrucis"
Pero no siempre se puede elegir lo que quieres hacer en la vida. ¿Te ha costado mucho llegar a poder hacer lo que te da la gana?
Yo no lo he visto así. Siempre digo que me encanta hacer entrevistas porque es como ir al psicólogo. No sé qué decirte, si costarme mucho significa trabajar, yo el trabajo no lo veo como un esfuerzo, me gusta. Y, por otro lado, siempre he sido muy intuitivo y siempre creo que inconscientemente he dirigido mi vida hacia donde quería ir. También es cierto que el factor suerte también existe, porque hay personas que a lo mejor son como yo y han hecho lo mismo que he hecho yo y no han llegado a donde estoy yo. Pero no tengo la sensación de que haya tenido que hacer muchos esfuerzos para estar donde estoy. Me lo he trabajado y me lo sigo trabajando mucho y siendo consciente de muchas cosas, pero no lo veo como un viacrucis.
¿Has tenido que hacer muchas cosas que no te gustaban?
Es que soy muy práctico y muy pragmático, de todo acabo aprendiendo. Recuerdo cuando estaba en la facultad, que tuve la oportunidad de trabajar los fines de semana llevando los marcadores de Baloncesto del Real Madrid y el Estudiantes. Lo hacía por una cuestión práctica, para ganar pasta. Lo que pasa es que, como yo me involucro en todo, al final el baloncesto se convirtió en mi deporte favorito. Yo creo que me ha salvado la vida el ser muy pragmático, el tener las cosas claras y el no tener prejuicios, eso y que no se me caen los anillos por hacer nada.
Esta semana vuelve a por todo lo alto el Orgullo de Madrid. ¿No te han invitado para participar con las Nancys?
Cariño, es que yo el día 9, que es el día de la celebración del Orgullo, estoy actuando en Valladolid. Me encantaría tener el don de la ubicuidad, pero todavía no lo he conseguido. Yo soy mucho de celebrar, de celebrar desde el punto de vista de la fiesta. Cuando iba a las carrozas era para reírme, para disfrutar, para beber... Yo no soy tanto de pancartas y de solamente un día, yo soy de todos los días. Y después tengo una manera de reivindicar lo que yo pienso desde un punto de vista más lúdico, respeto la pancarta y respeto todo, pero que ese día no estés no quiere decir que después tú, en tu día a día, no estés reivindicando lo que es normal para ti. Ahora está todo muy asimilado y se vive de una forma muy natural, pero sí es cierto que siempre hay que seguir diciéndolo, porque aunque en tu mundo esté todo muy claro, a lo mejor fuera de ahí no lo está. Yo siempre reivindico desde un punto de vista del humor, de la sonrisa y no del enfrentamiento. No me gustan los enfrentamientos.
¿Te consideras un icono LGTBI aunque no pertenezcas al colectivo?
Yo no soy nada. Yo soy un maricón pintado, una mariquita inquieta. Sí que es verdad que cuando te vuelven a preguntar ese tipo de cosas, cuando se me está cuestionando mi opción sexual por el mero hecho de hablar en femenino, pues qué quieres que te diga, me ofende, pero me ofende sobre todo porque quienes se supone que deberían tenerlo asimilado no lo tienen, o no se lo creen, pero me da exactamente igual, yo no me siento icono de nada. No creo que nadie pretenda ser icono de algo, todo eso se forma de forma natural. Yo me muestro siempre de forma muy natural ante las entrevistas, ante mis apariciones en televisión y demás, al que le guste bien y al que no, pues no. No me va la vida ni en ser icono, me da exactamente igual.
"Vivimos bajo la dictadura de lo políticamente correcto"
¿En algún momento te acomplejó tener pluma?
Yo estaba acomplejado en la adolescencia, pero como a todo el mundo, seas maricón o seas heterosexual, porque además en la adolescencia no sabes lo que eres, te estás buscando a ti mismo. La adolescencia está muy sobrevalorada, a mí me parece una auténtica mierda. Por eso me encanta cumplir años, porque eso va unido a ganar seguridad en ti mismo.
Parece que hemos avanzado mucho en estos años, pero siempre se puede retroceder, ¿no crees que estamos retrocediendo en muchos derechos?
Yo creo que vamos muy retrasados. Lo políticamente correcto es la peor dictadura que me ha tocado vivir. Yo no viví nunca la dictadura anterior, pero también hay dictadura ahora y eso es un retroceso. Estamos viviendo bajo la dictadura de lo políticamente correcto, de Twitter, de que no pueda tener una opinión que no sea la que tú quieres. Pedro Almodovar no podría hacer la película de 'Pepi, Luci, Bom...' con una menor de edad, que era Alaska, donde Carmen Maura le hacía una lluvia dorada. El avance siempre es importante, pero hay que saber manejarlo, porque si no se convierte en retroceso.
Hablas de la película de Almodóvar, pero al final el arte es un reflejo de la sociedad y avanza con ella.
Si lo digo más que nada porque yo creo que a la madre de Olvido ahora la hubiera metido en la cárcel la defensora del menor por haber permitido que su hija con 16 años hiciera esa película. Yo no hablo de arte, hablo de una realidad social que existe ahora mismo, en la que tú no puedes decir nada. Yo digo 'maricón' y no estoy diciendo ni insultando a nadie porque yo mismo me llamo a mí maricón, aunque no lo sea. Y después que creo la libertad de expresión, ¡coño! Que cada uno diga lo que quiera. ¿Estás de acuerdo? Bien. Y si no estás de acuerdo, no, pero no condenar a la gente que no siga las pautas del discurso oficial, sea de un sitio o sea de otro.
¿No pondrías límites a la libertad de expresión?
Pongo límites a la responsabilidad de las personas y al ser buena persona. Cada uno puede ser lo que quiera, pero no debemos convertirnos en la Santa Inquisición. Existen muchas verdades y transmitiéndolo de forma educada, se puede decir. Para decirte solo lo que quieres escuchar, me voy a tu secta y digo a todo que sí porque me mandas tú como como gran jefe y gurú de esta secta. Que también está muy bien si lo quieres seguir, fenomenal, pero si hay gente que no quiero seguir tu secta, respétalo.
"Mi intención es que en 2024 todo el mundo descanse de Mario Vaquerizo"
Háblame de tus proyectos de futuro.
Este verano estamos de gira con las Nancys. Vacaciones no tengo, tendré que ir algunos días sueltos a la casa que tengo en el campo de Madrid a darme bañitos en mi piscina. Disfrutaré de mi familia y de mi mujer. En octubre sacaremos el nuevo disco de Nancys, que se llama 'Orquesta Nancy' porque ya somos una orquesta y nos dedicamos solamente a cantar versiones de canciones, de grupos y artistas que nos gustan, que van desde Kasabian a Paulina Rubio. Y después pretendo parar, aunque no va a ser posible, porque tengo la suerte de que todos los proyectos que me proponen me gustan. Mi intención es que en 2024 todo el mundo descanse de Mario Vaquerizo, porque no se le va a ver.
¿Te vas a retirar?
No, retirado no, pero acabo de cumplir 48 años y es cierto que según vas creciendo y estás todo el día trabajando, aunque te guste mucho, dejas de leer todos los libros que te gustaría leer, o de ir al gimnasio... Quieres hacer absolutamente todo y te das cuenta que todo no se puede hacer porque el día tiene 24 horas. Entonces pues a lo mejor me cojo ese año, o esos cinco meses o esos dos o tres meses para hacer en cada momento lo que quiera.
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Hablando de proyectos de futuro, te tengo que hacer la pregunta del millón.
No me he separado ni soy gay.
¿Va a volver en algún momento 'Alaska y Mario'?
Pues mira, cariño, volverá cuando nos apetezca hacerlo. A nosotros el reality nos ha encantado siempre, no me importa mostrar mi vida porque estoy tan contento de cómo es mi vida que no tengo que esconder nada, pero es cierto que eso no se tiene que convertir en una obligación. Además, no deja de ser un programa de televisión y si se graba en un año que va a ser estar en mi estudio grabando y practicando la gira, pues eso es un coñazo.
Nos quedaremos con que no cierras la puerta.
No, nunca. Yo estoy abierto a todo, soy como las folklóricas: abierta a contratación.