Rocío Carrasco no ha dejado indiferente a nadie con el quinto episodio de su segunda docuserie, En el nombre de Rocío. Como bien expresa su título, Que no se te olvide nunca que yo soy Ortega Cano, la hija de Rocío Jurado ha hablado sobre el marido de su madre y, como no podía ser de otra forma, de sus hermanos Gloria Camila y José Fernando.
Tal y como explica Carrasco, desde que se consolidara el matrimonio entre ambos, la relación entre ellos provocaba la infelicidad de la cantante, llegando hasta el extremo de querer separarse del torero. "Ella decide un día que no puede más y que se quiere separar, y él lo sabía", confirmaba su hija. La intención de la artista recaía en las "situaciones" que nunca se deberían haber producido entre ambos, y que hacían "daño" a 'la más grande'. "Él le ha faltado al respeto. José no supo valorar a la mujer que tenía".
Durante los primeros años de matrimonio, la pareja era preguntada en numerosas ocasiones sobre su intención de ser padres, algo sobre lo que el torero era muy partidario. "Yo no sé si mi madre quería darle el gusto a Ortega de ser padre", comentaba la protagonista de la docuserie, a lo que añadía que su madre ya "tenía cubierta" la necesidad de ser madre, con ella. "Es por lo que siente ella hacia José, por lo que le quería, por lo que ella quiso hacer posible ese sueño que él tenía de ser padre. Entonces adoptaron". De la misma forma, la hija de Pedro Carrasco asegura que, en muchas ocasiones, el propio Ortega recriminó a la cantante su edad. "Lo utilizaba como arma arrojadiza contra ella".
Asimismo, Rocío Carrasco, visiblemente afectada, critica duramente la intervención hace algunos años de Ortega Cano en televisión, cuando desveló que Rocío Jurado se habría quedado embarazada (información que ocuparía la portada de una revista como exclusiva), pero que desgraciadamente sufrió un aborto. "Yo no sé si abortó o no, a mí nunca me lo dijo, sí sabía que estaba sometida a tratamientos de fertilidad. Pero en el caso de que hubiera sido verdad, ¿de dónde sale la información para tener una portada preparada?".
Tras la llegada de Gloria Camila y José Fernando, Carrasco asegura ver a su madre muy feliz. "Eran dos pequeños muy bellos", comentaba. "El sentimiento que yo tenía hacia ellos era más de hijos que de hermanos". Pero sin duda, una de las grandes revelaciones que pronuncia Rocío ha sido la posibilidad de separación si los pequeños no hubieran sido adoptados. "Si mi madre no hubiese adoptado a los dos niños, hubiese sido ella la que se hubiera separado hacía mucho tiempo".
Minutos después, unas supuestas declaraciones que habría pronunciado Ortega a varios periodistas sobre la forma en la querían educación de sus hijos, incendiaba a Carrasco en el plató de la docuserie. "Me parece una barbaridad que se diga que van a educar a los niños con mucha disciplina para que no se repita el caso de Rociíto. Pues para haberlos educado con tanta disciplina, Dios hubiera querido que les hubiera salido como Rociíto".