¿Quién lo iba a decir cuando se escuchaban los ecos de una posible reparticipación de Anabel Pantoja en Supervivientes? ¿Que iba a llegar a las puertas de la final? Era un hito impensable. No sólo por la naturaleza de su participación en un formato como el concurso más duro de la televisión, sino también, por enmendar su caótico recorrido en los realities insignia de Mediaset.
Tras abandonar Supervivientes 2014 a las dos semanas y ser la primera expulsada de la séptima edición de Gran Hermano VIP, la sobrinísima más ilustre de nuestro país abandonó resignada el circuito de los realities. Y me refiero a los dos más notorios y relevantes. En este caso obvio mini-realities cómo Sola o el Descuento. Como decía, ya en el año 2019, la Pantojita fue la desafortunada primera expulsada del reality estrella de ese otoño. Era evidente que algo se quedó enquistado en el corazón de la prima de Isa Pantoja. Y Supervivientes 2022 le quitó la espinita. De ahí que dijera que la auténtica ganadora de la edición es ella.
Anabel Pantoja ha conseguido todo un hito histórico: ser expulsada, no abandonar, y a la puertas de la final, y no en la primera semana del concurso. Ella ya se trae consigo a España el premio más gordo de la edición y sin contar lo que ha recaudado semana a semana con su nómina. Que la sobrinísima ha librado la última batalla con Nacho Palau, un rival muy duro, ha tenido que ver en su eliminación. Pero el romance intermitente y ambiguo con Yulen Pereira le ha perjudicado mucho más de lo que ella se cree o espera. Estoy convencido de que si Anabel hubiera sido ella en su máxima esencia de manera independiente sin depender de uno ni de otro, hubiera sido catapultada a la final sin miramientos.
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Con su participación ha pulverizado sus récords personales en este tipo de quehaceres y ha vuelto con novio, este último habrá que ver si le saldrá rentable. Más pinta tiene de relevar a tipejos como Alejandro Albalá u Omar Sánchez, que se agarran a sus víctimas, siempre exparejas famosas, como garrapatas para seguir sacando rédito económico.
Con la variable de la semifinal despejada y con Anabel Pantoja preparando las maletas para volver a España en cuestión de horas, ya sabemos que cuatro concursantes llegarán en el majestuoso helicóptero que los traerá al centro de Madrid.
Nacho Palau, Marta Peñate, Ignacio de Borbón y Alejandro Nieto serán los afortunados de ostentar una plaza en ese codiciado helicóptero. A estas alturas del juego, sigo sin creer cómo una persona con los valores y las actitudes tan reprobables haya conseguido escalar tan alto en un concurso de altura como Supervivientes.
Una posible victoria de Alejandro enterraría ya definitivamente la auténtica esencia de Supervivientes y más cuando venimos de una victoria de Olga Moreno. Me pregunto a estas alturas, ¿quién podría ganar la próxima edición con estas reglas?
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Nunca defenderé aquellos que dicen que hay que juzgar a Alejandro por su concurso y no por lo de fuera, pero yo planteo, ¿de qué lo conocemos si no es por lo de fuera? No le han quedado colectivo y minorías por ofender. Está claro que su hipotética victoria devaluaría y menoscabaría, más aún si cabe, un formato ilustre de la televisión del siglo XXI.
Y como planteé la semana pasada, la edición actual está a tiempo de enmendar sus errores anteriores, y elevar a Marta Peñate e Ignacio de Borbón al pódium de ganadores ex aequo. Sería la primera vez que sucedería este fenómeno en la historia del formato. Nacho Palau podría conformarse con un segundo puesto y Alejandro con el último puesto posible. No debe de ganar Alejandro bajo ninguna circunstancia. No se le debería de elevar a un puesto que ni merece si sabrá estar a la altura. Es que legitimará todos sus actos, eso creerá él. Cuando alguien le interpele reprochándole alguna actitud reprobable, que por otra parte, las tiene a doquier, él se justificará con toda seguridad con un: ¡tan malo no seré si España me hizo ganador de Supervivientes!
Ha sido un buen superviviente, pero no es una buena persona y, por ende, no reúne las cualidades idóneas para ganar un concurso de altura. Hoy se resuelve la última nominación del concurso. Será clave para dibujar al próximo ganador o ganadora de Supervivientes. En 7 días, tendrá un nombre definitivo.