El octavo episodio de En el nombre de Rocío ya está disponible en Mitele PLUS y se centra en el segundo ingreso de Rocío Jurado en Houston tras ser intervenida de urgencia a principios de 2006, un nuevo bache en el que estuvieron junto a la cantante Rocío Carrasco, Fidel Albiac, José Ortega Cano, Amador y Gloria Mohedano, así como sus respectivas parejas, Rosa Benito y José Antonio.
La protagonista de la docuserie relata que, tras las navidades y después de grabar la gala de Rocío siempre, su madre comenzó a sentir molestias y decidió desplazarse al centro hospitalario de Texas donde había recibido el tratamiento contra el cáncer de páncreas. Allí le dicen que una cicatriz de la anterior intervención le está presionando la vena porta y deben operarla de urgencia.
Pese a que todo fue bien en quirófano, la cantante sufrió una infección bacteriana por la que acabó siendo intubada en la UCI días después. Así, sus familiares de desplazaron a Houston el 14 de febrero para estar con ella en este nuevo ingreso.
Según relata Rocío Carrasco en el documental, este regreso a Houston fue "un punto de inflexión para que [Rocío Jurado] empezara a dejar claro que algo estaba cambiando en ella". La hija de 'La más grande' asegura que su madre empezó a "mandar mensajes subliminales" para demostrar su apoyo a su hija y al marido de esta, Fidel Albiac. "Por el hecho de refrendarnos a nosotros, está apartando a otras personas de ciertas cosas", explica Rocío.
De esa manera, Carrasco cree que su madre intentaba "deshacer cosas que sabía que no había hecho bien". A pesar de ello, hubo cosas que no cambiaron y se siguió viviendo una situación que Rocío considera "dantesca".
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Como ejemplo para ilustrar sus palabras, la protagonista de la docuserie cuenta el momento en que sus tíos, Gloria y José Antonio, utilizaron el coche que les habían prestado en Houston para llevar a Rocío y Fidel al hospital y así poder quedarse ellos con el vehículo después.
Rocío no tuvo ningún impedimento en ello, aunque a los pocos días su tío político la sorprendió al pedirle el dinero de la gasolina, ya que había tenido que llenar el depósito tras llevarla al centro hospitalario. "Era una situación muy extraña, muy grotesca y muy asquerosa", expresa Rocío, que asegura que su familia acostumbraba a pedirle a Rocío Jurado dinero para la gasolina del coche.
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La Jurado, según las palabras de su hija, mandaba a sus personas de confianza a sacar dinero y tenía en la habitación un bolsito con billetes que iba repartiendo cuando era necesario. "Era una situación que me parecía dantesca. Tener que estar en la cama de un hospital repartiendo dinero a cada uno", asevera la hija de la artista.
Además, Rocío revela que su madre pagó los billetes de Amador, Gloria, José Antonio, Ortega Cano y Rosa Benito, mientras que el alojamiento fue cedido gratuitamente por un matrimonio mexicano que les ofreció dos apartamentos para poder hospedarse el tiempo que fuera necesario. Rocío y Fidel, por su parte, se pagaron su viaje a Estados Unidos.
Las tensiones entre el matrimonio Carrasco-Albiac y los Mohedano fueron creciendo hasta que, en una ocasión, Fidel discutió con José Antonio y le reprochó que estuvieran constantemente "intentando ganar puntos" con una enferma. La respuesta del marido de Gloria, según relata Rocío, fue contundente: "Nosotros todos los puntos que teníamos que tener ganados ya los tenemos".