Aaron Guerrero ha sido uno de los niños más famosos de la pequeña pantalla, interpretando papeles principales en dos de las series más famosas de la historia de la televisión de nuestro país; Médico de Familia y Ana y los siete. Ahora, su fama le ha valido como trampolín para su nueva vida; sus siete restaurantes en Madrid y su nuevo vino.
En una entrevista concedida a ABC, asegura que, tras pasar doce años en el mundo de la interpretación y al terminar la serie junto a Ana Obregón, no recibió ninguna oferta de trabajo en la televisión que le gustara. "Yo me había preparado en interpretación y sobre todo en doblaje pero siempre me gustó el mundo de la cocina y sobre todo del vino, por eso cuando estaba cansado de esperar opté por abrir mi primer negocio y desde el principio me fue muy bien", asegura.
Ahora, está totalmente volcado en sus siete restaurantes de la capital; tres establecimientos italianos, tres cervecerías y uno andaluz, La Malaje. Pero sin duda, su último proyecto es con el que más ilusionado se encuentra Guerrero. "Mi último proyecto ha sido lanzar un vino, Cayetana, tras asociarnos con una bodega y estoy muy centrado en este vino que me tiene entusiasmado".
En muchas ocasiones, a los pequeños actores que no han continuado su carrera en el mundo de la interpretación se les califica de 'juguetes rotos', pero Aaron asegura que él "no se siente identificado" con ello. "Los doce años que he trabajado como actor sólo me han servido para tener buenas experiencias y encima lo que he ganado me ha permitido comenzar mi carrera como empresario. También me ha abierto muchas puertas porque he tenido contactos y muchas entrevistas que han permitido dar visibilidad a mis proyectos".
Todavía recuerda el sentimiento de mostrarse delante de una cámara, y no duda en postularse como actor ante una posible vuelta de "series míticas" de la televisión. "Simplemente el hecho de hacer una entrevista delante de las cámaras hace que se avive pero también lo disfrutas. A veces se ha hablado de hacer un reencuentro de esas series míticas y si ese proyecto surgiera te aseguro que estaría encantado de participar".
Personajes tan queridos como el suyo en Médico de Familia, Chechu, todavía siguen calando en la sociedad española, tanto es así, que Guerrero confiesa que se siguen refiriendo a él bajo el nombre de su personaje. "Me hace hasta ilusión que pasados los años la gente me recuerde con cariño. Es más, algunos amigos me siguen llamando Chechu".