Desde el año 2007, un equipo de Telecinco se traslada unos meses al año a Honduras para retransmitir en directo una nueva edición de Supervivientes (con la excepción del año 2010, que fue en Nicaragua). En total, han sido ya 13 las temporadas que han tenido a este país de América Central como enclave de un concurso en el que hay que buscar comida, realizar pruebas de inmunidad o construirse refugio para los días de lluvia, entre otras labores.
Normalmente, la magia de la televisión nos hace creer que los famosos que participan en Supervivientes están solos en una isla, pero no es así. Es más, la grabación del concurso supone un impedimento para los propios nativos del lugar, quienes viven de actividades como la pesca.
Tal como ha desvelado El Confidencial en un reportaje, los isleños que habitan la zona en la que se graba Supervivientes ven cómo su vida se vuelve más complicada mientras el reality está en emisión. Se trata de pobladores garífunas que viven allí desde hace más de 200 años, cuando llegaron expulsados de la isla de San Vicente por el Imperio Británico, y que tiene que abandonar sus hogares cuando arranca el programa. Además, se quedan sin recursos, al tener que cumplir una serie de normas de lo más estrictas.
[Alejandro Nieto revela su truco en ‘Supervivientes’ para tener sexo con Tania a escondidas]
“Hay áreas completamente vetadas para nosotros. No podemos ni pasar porque entonces te coge una cámara y se rompe esa ilusión de que las islas están deshabitadas”, explica Juana Martínez, una nativa garífuna, al citado medio. “Cuando se graban los 'realities', en torno a cuatro meses al año, no nos dejan ni pasar por ciertas playas. Vivimos de la pesca y no podemos pescar. Esto nos sitúa en una situación de vulnerabilidad que se acentúa con la presencia de militares armados en la zona a los que solo importa que Supervivientes vaya bien”, añade.
A los problemas para pescar y obtener ciertos alimentos se suma la excesiva vigilancia de la zona: hay militares armados en los alrededores, que velan para que los nativos de la zona cumplan con las normas establecidas. Así, se menciona el caso de Judin Zúñiga, quien fue a pescar para alimentar a su familia, y que tuvo que entregar todo lo que había conseguido y suplicar para que las autoridades hondureñas no acabasen con su vida.
[José Manuel Parada carga contra ‘Supervivientes’: “Me sentí engañado, no se cumplió lo firmado”]