Esta semana, El Hormiguero ha comenzado con la visita de uno de los directores internacionales más reconocidos, Tim Burton. El cineasta estadounidense acudía al programa presentado por Pablo Motos para presentar su nueva exposición que inaugura en Madrid, El Laberinto.
El invitado no ha dudado en hablar sobre su proceso creativo, cuando pasa de dibujar lo que le pasa por la mente a crear verdaderos personajes que han pasado a la historia del cine. "Esta exposición muestra todo lo que se me pasa por la cabeza. Yo estoy solo en mi habitación dibujando y luego se crean películas, esculturas... La exposición lo es todo", narraba. "Cuando empiezo a dibujar nunca sé lo que es, dibujo lo que se me pasa por la cabeza", añadía el director.
El presentador se ha mostrado un claro admirador de Burton, y ha querido saber qué hace cuando no le gustan los bocetos que dibuja. "Si tiras los dibujos que no te gustan, me los puedes dar a mí", comentaba Motos entre risas. "Debería de tirar muchos de mis dibujos a la basura, pero no lo hago. Mi casa parece una escena del crimen, con todo tirado", admitió el cineasta.
El invitado ha reconocido que "nunca" le dieron miedo los monstruos, y es que realmente se "identificaba con ellos porque eran diferentes". "A los monstruos les tratan mal porque no se les comprende. A mí de pequeño me daban más miedo mis padres o mis profesores", reconocía entre risas.
Pero sin duda, la mayor revelación de su entrevista en El Hormiguero ha sido reconocer el paralelismo entre su adolescencia en uno de sus personajes más famosos, Eduardo Manostijeras. "Ese personaje está basado en mí. En la adolescencia no tenía mucha conexión por la gente y me costaba relacionarme. Por eso, el personaje es un simbolismo de mí mismo. Intenta tocar, pero no puede", confesaba.
Para finalizar su entrevista, el presentador de Antena 3 le ha pedido al cineasta que lanzara un mensaje de apoyo a todos esos jóvenes que están deseosos por crear y ser reconocidos en su trabajo. "A mí me pasó lo mismo que le puede estar pasando a ellos. Cuando creces piensas que no puedes dibujar, olvídate de eso, olvídate de si a la gente le va a gustar o no. Hazlo para disfrutar tú. A mí me da igual lo que piensen los demás y cuando empecé a dibujar con este pensamiento fue una experiencia reveladora".