Hace unos meses, Mediaset España anunciaba la que sería una de sus grandes apuestas para el inicio del nuevo curso televisivo: una nueva adaptación del formato La Granja en Telecinco.
Poco a poco se iban desgranando detalles del reality hasta que se conoció una de sus principales novedades, la emisión de galas grabadas, apostando así por ofrecer al espectador un formato cuidado y editado en postproducción, dejando los directos para los debates como ocurre en La isla de las tentaciones.
Pero la primera sorpresa no tardó en llegar. A pocas horas del estreno, Telecinco hacía uno de sus habituales movimientos a la desesperada y anunciaba que la gala inaugural ya no sería grabada y con Lara Álvarez al frente, sino en directo desde plató y con Carlos Sobera como maestro de ceremonias.
Se iniciaba así un incomprensible modelo de emisión que despista al espectador y desdibuja la esencia de un reality que estaba llamado a revolucionar la parrilla de la cadena de Fuencarral.
En estas semanas, los espectadores se han encontrado con un formato grabado y emitido con una cadencia de aproximadamente 10 días, pero con galas en directo y conexiones con la granja que acaban resultando spoilers y alimentan todavía más la confusión.
Este mismo domingo, Pesadilla en El Paraíso no dudaba en conectar con la granja para que la última expulsada, Mónica Hoyos, protagonizara un cara a cara desde plató con uno de sus grandes enemigos en el programa, Israel Arroyo. También entraba José Ortega Cano para alabar el concurso de su hija, Gloria Camila Ortega, y hasta pudo darle una sorpresa y hablar con ella en directo.
Así, el espectador que esperaba ver un reality grabado se pregunta incrédulo qué está viendo, qué parte es en directo y cuál no. Y, sobre todo, qué sentido tiene grabar un formato para luego emitirlo con el mismo modelo en directo que se sigue en otros realitys como Gran Hermano, Supervivientes o Secret Story.
"Estas son las características concretas de este reality. Y esto también es tendencia en Europa, la tendencia es ir al reality grabado, ya sucede con La isla de las tentaciones", defendía el director general de Contenidos de Mediaset, Manuel Villanueva, en la presentación de Pesadilla en El Paraíso. Sin embargo, poco tiene que ver este modelo con el de Tentaciones, pues en el caso del formato de parejas se graba toda la temporada y se emite meses después, sin que el espectador pueda saber nada sobre el estado actual de los participantes hasta el final del programa.
Para rematar el mareo al espectador, Telecinco ha vuelto a hacer gala esta semana de sus dotes de contraprogramación. Temerosa de que el único formato que logró liderar el prime time la semana pasada, La isla de las tentaciones, perdiera su trono ante el estreno de La Novia Gitana en Antena 3, Mediaset decidió mover el programa de Sandra Barneda al jueves, pasando Pesadilla en El Paraíso a cubrir su hueco el miércoles. Pero, horas después de conocerse este cambio, la cadena volvía a cambiar de opinión y alternaba de nuevo los formatos en su parrilla, devolviéndolos a su día habitual.
[Telecinco lleva ‘La isla de las tentaciones’ al jueves para no enfrentarse a ‘La novia gitana]