Rosa Benito ha sido una de las protagonistas, o más bien de las damnificadas, del relato de Rocío Carrasco en el episodio de En el nombre de Rocío emitido en Telecinco este lunes 3 de octubre. La hija de Rocío Jurado ha demostrado lo que tanto su tía política como Amador y Rosario Mohedano cobraron por la gala especial Rocío siempre, la cual quiso hacer la propia cantante para costearse el tratamiento de su cáncer en Houston.
Parece que para la apodada como 'cuñada viuda' de Rocío Jurado se ha convertido en costumbre vivir instalada en la contradicción, enfrentándose al testimonio de Rocío Carrasco incluso cuando ello le supone desmentirse a sí misma constantemente.
Lo de Rosa Benito pocas veces se ha visto en televisión: un relato absolutamente inconsistente y contradictorio en el que la realidad se retuerce y se enrevesa, cuando no se inventa directamente.
El pasado fin de semana, la exmujer de Amador Mohedano hacía gala de su capacidad para cambiar de versión asegurando que su cuñada "tenía un seguro maravilloso" para costear su ingreso en Houston, pero diez años antes había asegurado lo contrario en el Deluxe, donde desveló que los costes del tratamiento los pagó Rocío Carrasco tras vender la casa de La Moraleja cuando su madre ya había fallecido.
Este ejemplo reciente ni siquiera es el último caso flagrante de mentira gratuita por parte de la que fuera peluquera de 'la más grande'. Y es que pese a que asegura querer mantenerse alejada del foco mediático y no responder a su sobrina, no duda en aprovechar cualquier oportunidad para intentar desacreditarla con burdas improvisaciones.
[Rosa Benito vuelve a quedar en evidencia tras acusar a Rocío Carrasco de mostrar facturas falsas]
Este mismo lunes, tras la emisión de En el nombre de Rocío, Rosa recurría a su perfil de Twitter para seguir tirando del mínimo resquicio para cuestionar el relato de Rocío Carrasco. Así, la que fuera colaboradora de Ya es mediodía Fresh acusó a su sobrina de falsificar facturas porque la fecha que aparecía en el sello estaba cortada y el año parecía un 21.
Tal es el empeño de Rosa por desacreditar a Rocío que ha llegado a alabar a un seguidor por subir una factura "amarilla por el paso del tiempo", dejando caer que la de su sobrina está demasiado blanca para ser real.
Con este surrealista lío de facturas, la Benito suma un nuevo hit a su repertorio de falacias y contradicciones para no dar la razón a Rocío Carrasco. Así, la cuñada de Rocío Jurado ha pasado de destrozar públicamente a Ortega Cano a alabar su figura, de acusar a Antonio David de maltrato a decir que nunca supo que maltrataba a su sobrina, y un largo etcétera.
Sin duda, si lo que Rosa intenta es salir indemne de la exposición mediática de su sobrina, la decisión que más podría favorecerla es que su supuesto silencio sea real y desapareciera de la televisión y de las redes, o que al menos no comentara la docuserie de su sobrina. No por esa terrible frase machista que dice que una mujer "calladita está más guapa", sino porque ante su insolvencia -o mala fe- está claro que el silencio es lo que más le puede favorecer.
Pese a quedar constantemente en evidencia, parece que la Benito no está dispuesta a quedarse callada, pues tal vez piense que los espectadores tienen tan poca memoria como ella, o quizá simplemente considere que sus constantes meteduras de pata le pueden compensar de alguna manera. Y es que no hay que olvidar la frase que Rosa tiene destacada en su muro de Twitter: "Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí. Aunque confieso que me gusta que hablen mal, porque eso significa que las cosas me van bien".