El mundo de la magia ha perdido a uno de sus profesionales más entrañables, Arsenio Puro. Un artista que se coló en todos nuestros hogares a través de la cuarta edición de Got Talent, en 2019, en la que llegó a convertirse en semifinalista, y que tenía como coletilla en sus números la frase “no has mirado bien”.
Tal como informa el diario El Mundo, que cita al mago Jaque, Arsenio estaba realizando un show en la sala Houdini, en la que trabajaba desde hacía 25 años no solo como ilusionista sino también como camarero. Entonces sufrió un infarto y se desplomó sobre el escenario, en plena actuación. Algunos espectadores consideraron que era parte del show. Dos policías se encontraban en la sala y le practicaron técnicas de reanimación, y después fue trasladado por el Summa al hospital 12 de Octubre, donde no se pudo hacer nada por su vida. Tenía 46 años.
“Cayó redondo al suelo. Es un espectáculo tan divertido que, en los primeros instantes, la gente se reía pensando que era una coña más. Todo el mundo le tenía mucho cariño, era un artista hecho a sí mismo”, explicó el mago Jaque al citado medio.
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El paso de Artenio Puro por ‘Got Talent’
Fue el febrero de 2019 cuando conocimos a Arsenio Puro en Got Talent. Vestido con un llamativo chaleco, y haciendo gala de un enorme sentido del humor, aseguraba que quería demostrar a su madre que sí que vale. “Este personaje me ha venido muy bien, porque como en la vida soy muy tímido, con él me sube la autoestima”, reconocía el participante, quien llevó a cabo un truco de magia en el que usaba como coletilla “no has mirado bien”.
Su experiencia fue muy satisfactoria en la primera noche: se llevó los cuatro síes del jurado, que entonces estaba formado por Edurne, Risto Mejide, Eva Isanta y Paz Padilla. “No eres el primero que me vacila en este plató, pero sí, quizás, el que tiene el personaje mejor montado”, le felicitó entonces Risto, quien tiene fama de ser el juez más implacable del talent show.
Unas semanas más tarde, Arsenio participó en la cuarta de las semifinales, y entonces contó con la ayuda de Eva Isanta, a quien dejó en el escenario y él se sentó en su lugar en el panel de jueces. Risto reconoció que su espectáculo le ponen “de los nervios”, pero aplaudió su destreza y su espectáculo. Sin embargo, no logró el pase para la gran final, que en aquella cuarta edición ganó La Murga Zeta Zetas.