Hubo un tiempo, no muy lejano, en que Antena 3 no suponía ninguna amenaza para Telecinco. La cadena de Fuencarral se sabía poderosa y tenía razones para sentirse así: el corazón, la temática de la que come mayormente el grupo Mediaset -también hablan de cosas serias, pero eso es relleno-, estaba cada día más acotada. Hasta que llegó el día en que DEC -¿Dónde estás, corazón?- se canceló y ya Telecinco fue el rey midas, sin rival. Campó a sus anchas.
Nunca más volvió el corazón a la cadena. Supo conformarse la de San Sebastián con otros productos y llenó sus tardes con concursos y series. Ahí fue el tiempo en que, para la competencia, Antena 3 quedó bautizada como la cadena triste. Telecinco creció y creció, invencible, o eso creía ella. El tiempo fue pasando y no había un mes en que Telecinco no fuera líder. No obstante, a nadie se le escapa que la cadena alegre quedó herida de muerte hace tiempo.
Fue desengrándose en audiencia -hay quien lo fecha con el estreno de Rocío: contar la verdad para seguir viva- y, en su peor crisis hasta la fecha, Antena 3 ha remontado el vuelo. "Estamos más que empezando, levantando cabeza muy modestamente", que diría María Teresa Campos (81) desde Antena 3 en aquel memorable enfado a golpe de "gilipollas".
[‘Pasapalabra’, el mejor escaparate para la puesta de largo de Sonsoles Ónega en Antena 3]
Tímidamente, se diría que hasta de forma silenciosa y con nocturnidad y alevosía. La mañana de Antena, con Susanna Griso (53) en Espejo Público, siempre ha estado más o menos resuelta -también han introducido, como llaman ellos, crónica social-: aquí donde había que hincar el diente era en la tarde. Había que disparar al enemigo a conciencia.
Y ya se está orquestando. Un buen día, Sonsoles Ónega (44), mientras estaba en su camerino de Telecinco, recibió una llamada que cambió su vida. La puso patas arriba con una oferta que le produjo vértigo y que hoy tiene nombre: Y ahora Sonsoles. Ocupará Sonsoles el lugar del espacio ¡Boom!, de Juanra Bonet (48), de 19 a 20 horas de la tarde. Según ha podido conocer BLUPER, Y ahora Sonsoles ha grabado ya, al menos, un programa piloto, donde han tratado, entre otras cosas, la nueva vida de Iñaki Urdangarin (54).
Su estreno es inminente. Cuestión de días: el próximo lunes 24. Y, ojo, que como vaya según lo previsto en cuanto a audiencia también se expandirá en el lugar de Tierra amarga, ficción que está a punto de acabar. Se están haciendo cambios sobre la marcha, mejoras de aquí y de allá, para que el día del estreno Sonsoles Ónega brille con luz propia, pero también imperecedera.
Se quiere hacer ruido, pero poco a poco, minando, a pico y pala. Hay una cosa que se ha publicado y que, parece, tiene clara la cadena: sólo se hablará de corazón. -Perdón, crónica social-. La clave del programa de Sonsoles serán los fichajes en forma de colaborador. Se quiere gente nueva, fresca, caras que no estén trilladas. Eso sí, sin descuidar el interés mediático.
Habrá colaboradores muy potentes. Será un programa intenso, muy reconcentrado en esa hora que promete revolucionar y acabar con el reinado de Sálvame. ¿Que no harán dos dígitos el primer día? Casi seguro, pero no hay prisa. Por su parte, el programa de La fábrica de la tele está pergeñando "algo" para responder al efecto de la bomba letal de Ónega. Es lícita la defensa, otra cosa es que le surta efecto. Tampoco desde Antena 3 tiran campanas al vuelo con Y ahora Sonsoles. Hay una esperanza lógica, pero también prudencia.
Acostumbrar y educar al espectador no siempre es fácil, y ahora Antena 3 tiene la ardua tarea de hacerle coger al público la rutina de, a las 19 horas, coger el mando y poner Antena 3. La verdad es que me da pena por Sálvame, también por el Deluxe. Es un formato que nos ha acompañado muchos años, ¡no tengo recuerdo de una tarde de Telecinco sin Sálvame! ¿Os acordáis cuando ponían series? ¡Yo sea Bea! Ay, qué tiempos aquellos.
Pero los años pasan y hoy la televisión no tiene el mismo consumo que antes. Las cadenas lo saben, públicas y privadas. Hay un cambio importante en el consumo y en el modo de hacerlo, y ya no miran para otro lado las cadenas como hacían antes, con la irrupción de las plataformas. "Para qué me voy a tragar los anuncios de una serie si la puedo ver por otro lado sin interrupción", me dice mi hermana siempre que sale el tema. Ella tiene 23 años: dato importante.
Digo todo esto porque es ley de vida televisiva que Sálvame termine, que se renueven las tardes de Telecinco. Los productos tienen su final. La tele -y la vida- es cíclica y quién sabe: lo mismo a partir de muy poco empezamos a sintonizar la tarde de Antena 3 y todo da un vuelco de 180 grados. Al cierre de este artículo, se ha producido un importante movimiento en Telecinco: el grupo ha prescindido de Paolo Vasile (69) como CEO en plena caída de sus audiencias.
Mucha buena suetre -y mucha mierda, que se dice en el gremio televisivo- para Sonsoles Ónega. Creo que no la necesita. Total, su fichaje es para largo en la cadena. Si no triunfa ahora, siempre habrá algo para ella.