Era un secreto a voces, al menos, en las redes sociales. Este lunes MasterChef Celebrity llevaba a cabo su tradicional repesca, y la actriz y presentadora Patricia Conde era la afortunada que tuvo el privilegio de regresar a la competición como concursante de pleno derecho. Patricia fue desde el primer momento una de las rivales más fuertes, recibió muy buenas críticas por sus elaboraciones, si bien, en la entrega número cuatro no pasó el corte y fue expulsada.
Como decimos, esta repesca no ha sido una sorpresa en absoluto, no solo porque era quizá la más fuerte de los aspirantes que ya habían sido eliminados, sino porque en la primera promo de esta séptima temporada ya nos lo habían dejado claro. Y es que en el primer avance, de cuatro minutos, se vio a Patricia Conde cocinando con Manu Baqueiro con un delantal doble, que les obligaba a hacer todo juntos. Algo que no se vio en las primeras cuatro entregas en las que había participado, por lo que estaba cantado que volvería al concurso. Se puede ver en el siguiente vídeo, en el minuto 3.48.
Dejando a un lado que Patricia es una rival fuerte, que bien podría llegar a ser finalista, hay que destacar la torpeza de la productora con esta promoción. Quizá haya que tener el ojo muy avizor para haberse dado cuenta de ese detalle, exprimiendo toda la información posible de solo unos cuantos fotogramas de una promo. Pero así son los seguidores de MasterChef Celebrity, que analizan todo con lupa y se adelantan a los acontecimientos, como ha pasado en años anteriores.
Quizá la temporada que más filtraciones sufrió fue la quinta de MasterChef Junior, que se emitió entre diciembre de 2017 y enero de 2018. El miércoles que se emitió la segunda de las entregas, TVE decidió ofrecer una promo de la gala siguiente, que se vería el sábado. El problema residía en que en esta competición los concursantes no se despiden de forma individual, sino grupal, para que ninguno se sienta defraudado con su trabajo. Y por ello, en el avance se veía a un grupo de niños cocinando, entre los que estaban algunos que llegaron a la prueba de eliminación. Por lo tanto, ya se sabía quiénes serían los eliminados y quiénes se salvaban tras estar en la cuerda floja.
No quedó ahí la cosa en aquella temporada. El canal oficial de YouTube subió antes de tiempo una spot en la que se veía quiénes eran los tres finalistas. Aunque fue rápidamente eliminado, muchos seguidores ya pudieron ver qué pequeños aspirantes se jugarían el premio final de la competición.
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A esto le sumamos que en la temporada anterior de los benjamines, en la de 2016, también pasó algo en la misma línea; una promo para invitar a los espectadores a ver la siguiente gala ya desvelaba quiénes se quedarían, y por lo tanto, quiénes se despedirían del concurso, por esa misma cuestión de las eliminaciones grupales.
No hay que irse tan lejos para encontrar otro error en las promociones de MasterChef, y ni siquiera había que ser un lince como en el caso del vídeo de Patricia Conde. El pasado julio se llevó a cabo la gran final de la décima edición de concursantes anónimos, y horas antes ya se sabía que María Lo y Verónica serían las duelitas. Y es que se vio a ambas elaborar el último de sus cocinados en un avance emitido en el programa Corazón, y que pretendía ser un simple cebo para que el público sintonizase ese capítulo final que ya no estaría lleno de sorpresas.
Al menos, ahí quedaba en el aire quién de las dos ganaría, cosa que no pasó en 2017. Entonces se emplazó a ver la gran final con un vídeo en el que los concursantes felicitaban al ganador tirándose encima de él, pero ocultando su identidad. Y eso significaba que solo podía ganar Jorge Brazález: Edurne, otra de las finalistas, tenía 65 años y no se iban a echar sobre ella. También se descartaba que actuasen así con Elena y Miri, y no pegaba nada que se tirasen así sobre el refinado Nathan. Efectivamente, fue Jorge el ganador.
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No todas las filtraciones son errores a la hora de montar una promoción. También se pueden encontrar con aspirantes rebeldes, que quieran reventar la competencia, como sucedió en 2020 con la polémica Saray. En las redes sociales circuló un atribuido a la autora del plato Pájaro muerto encima de un plato, en el que se desglosó el orden en el que quedaban los participantes, incluyendo el ganador. Una quiniela que fue completamente acertada. Ella, sin embargo, aseguró que no había hecho ese , posiblemente, para no enfrentarse a una multa por parte de la productora por no haber respetado la confidencialidad que se le exige.
Y todo esto sin olvidarnos, por ejemplo, de cómo en 2016 el sello Planeta anunció en 2016 el libro de cocina de Virginia, cuando todavía no se había emitido la final, lo que significaba que la ganadora sería la andaluza. O cómo una foto de Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz junto a Ona Carbonell cenando juntos en el restaurante ABaC en la que se hablaba de un homenaje dejó claro que la ganadora del Celebrity era la ganadora. O cuando en 2019, Jaime Peñafiel presumió en una columna de saber quién ganaba MasterChef Celebrity, porque se lo había dicho su amiga Isabel. La mismísima Preysler, madre de Tamara Falcó, la vencedora de aquel año.