No han sido días tranquilos. Después de que RTVE anunciara hace una semana que desvelaría la identidad de los participantes del Benidorm Fest 2023 el jueves 27 de octubre en un programa especial en el access de La 1 presentado por Inés Hernand y Rodrigo Vázquez, los continuos cambios en la decisión de ir variando esta fecha no hizo más que poner nerviosos a los eurofans.
Pasó a ser el sábado 29 de octubre. Después se barajó que se contara el mismo lunes 24 de octubre tras la deliberación del jurado interno para así evitar filtraciones. Y finalmente, tras horas y horas debatiendo sobre ello, el anuncio se hacía este martes 25 de octubre, mientras que la presentación de los artistas será el sábado.
Esto hizo que el ambiente estuviera bastante tenso cuando, al filo de las 23:00 horas, la maravillosa e imprescindible Inés Hernand anunciaba a los 18 artistas finalmente elegidos en un pequeño programa emitido después del access prime time de Mapi y antes de la película Papillon.
Una tensión que no justificó ni mucho menos algunos comentarios que se pudieron leer en redes sociales contra la cadena pública y, en muchos casos, contra los candidatos. Algunos con tan pobres razonamientos que no merecen ni siquiera ser replicados o comentados.
Después de que en la temporada anterior se sobrepasaran muchos límites, este año toca hacer un ejercicio reflexivo para lograr una temporada mucho más relajada, una temporada en la que seamos todos más respetuosos y comprensivos con los artistas porque detrás de cada uno hay mucho trabajo, nervio e ilusión.
Yo mismo he hecho ese ejercicio. Con la distancia que permite el tiempo, he de reconocer que la situación que se estaba viviendo entonces dentro de RTVE me llevó a realizar algunos comentarios desafortunados en redes sociales contra la propia cadena y parte de su equipo.
Siempre hay formas y formas de decir las cosas. Y en algunas ocasiones no estuvieron bien elegidas. Porque aunque pensara que la victoria de España era imposible debido a la situación de Ucrania y el potencial de Reino Unido, hubo frases y tuits totalmente desacertados ("Spoiler: no será necesario") que hoy en día no volvería a escribir. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, reconocerlo y pedir perdón.
Siempre fui un enorme defensor de Chanel, de su trabajo, de su arte, de su energía. Así lo expresé en todas las crónicas que escribí desde Turín. "Chanel se revela como lo mejor de Eurovisión con un show donde España será más España que nunca", titulé el 7 de mayo tras ver su primer ensayo.
Tuits desafortunados
Sin embargo, un par de tuits con cierta prepotencia y otro artículo titulado 'Chanel ya ha ganado: los peligros de crear expectativas irreales en Eurovision' en el que hablaba de los peligros de presionar a una persona porque le podían llevar a frustraciones innecesarias y peligrosas, hicieron que un nutrido grupo de eurofans volcara su odio contra nosotros.
Comprendí, por supuesto, las razones de aquellos que decían que se merecían ilusionarse teniendo en cuenta tantos años de fracasos y teniendo en cuenta los tiempos que se vivían. Pero nunca entendí ese nivel de inquina. Una inquina que he vuelto a ver en las últimas horas contra los artistas seleccionados y, en menor medida, nuevamente contra mí.
Como muchos saben, después de años y años analizando el festival, este año decidí armarme de valor y, tras meses en formación de canto, presentar una candidatura al Benidorm Fest con toda la seriedad y respeto que un certamen así requiere. Jamás se me ocurriría tomarme esto a cachondeo y presentar algo en lo que no confiara ciegamente. Mi profesión, a día de hoy, sigue siendo la misma. Sin embargo, no pasaron ni unos segundos cuando ya aparecieron los primeros comentarios destructivos (sigo sin entender que todavía haya gente que considere que puede atacar a alguien por su calvicie) sin ni siquiera saber cómo era nuestra candidatura.
Solo fue un tímido anuncio en redes sociales hecho con toda la ilusión del mundo para alguien que lleva media vida amando y peleando por el Festival. Por eso no me quiero ni imaginar a lo que se van a tener que enfrentar los 18 seleccionados durante los próximos meses.
Mi colega y amigo periodista Adolfo Rodríguez puso uno de los tuits más acertados dirigido a estos artistas. "Si te ha llamado MEC: respira hondo, contrata a un profesional de la comunicación y las redes sociales, ponte en contacto con un buen escenógrafo y, sobre todo, no dejes la terapia (o empieza a ir)".
Entre todos tenemos una misión: que esos 18 artistas disfruten de este sueño que solo se vive una vez en la vida porque, como dijo Chanel, la vida es de los valientes. Dejemos atrás comentarios que hayan podido tener en el pasado o que conozcamos poco de su música o su trayectoria. ¡Y lo bonito que va a ser descubrirles! Vamos a disfrutar en estos tiempos tan oscuros. Nos lo merecemos. Se lo merecen.