Cuando la actual crisis de audiencia que vive Telecinco pase, Pesadilla en el paraíso será sin duda uno de sus máximos exponentes. Un reality que empezó a ser promocionado ya en verano pero que, casi dos meses después de su estreno, se ha confirmado como uno de los grandes fracasos de audiencia de la temporada 2022/2023, al menos con los datos conseguidos hasta la fecha. También como uno de los realities con menos seguimiento de todos los emitidos por Telecinco a lo largo de su historia.
La confirmación de los primeros concursantes, como fueron Gloria Camila o Víctor Janeiro, levantaron expectación. Muchos auguraban un reality al más puro estilo GH VIP en sus mejores tiempos. Sin embargo, esta expectación se evaporó rápido no, rapidísimo, y ya desde el primer programa la audiencia pudo ver que Pesadilla en el paraíso no iba a ser uno de esos grandes formatos con los que la cadena podría presumir en su catálogo de programas. Todo lo contrario.
Sus access prime time por debajo de los dos dígitos y unas galas y debates que, gracias a su enorme duración, logran por poco superar el 10% de audiencia y el millón de espectadores de media ya en temporada alta, hacen de Pesadilla en el paraíso un programa para olvidar. No es de extrañar que Telecinco tantee la opción de la vuelta de otras marcas como GH VIP mucho más competitiva o Secret Story que, pese a sus tibias audiencias, el fracaso de Pesadilla en el paraíso es tal que las ha hecho buenas.
Pero, ¿cuáles son las razones por las que el reality de aspirantes a granjeros y granjeras en Telecinco no ha calado igual en la audiencia?
Pobre factura
Telecinco emite Pesadilla en el paraíso en un plató demasiado manoseado y que ofrece al espectador la sensación de estar viendo lo mismo desde hace años. Con unos simples cambios de luces y poco más. La granja en la que viven los concursantes y la propia realización de los videos, hacen de éste un programa poco televisivo, pobre en escenografía, poco atractivo visualmente y nada llamativo para engancharse, tramas aparte.
Sensación de ir sin rumbo
Lo de Pesadilla en el paraíso y la forma de emisión de sus galas ha sido un auténtico despropósito, lo que ha demostrado la desorientación de la cadena a la hora de encauzar un programa que, con los datos sobre la mesa, hace aguas por todas partes. Se anunció como un reality grabado, luego en directo, luego grabado, luego parte grabado y parte en directo… Algo que ha llevado incluso a que haya tenido problemas en la consecuente y lógica emisión de los videos.
Un casting decepcionante
Exceptuando los primeros nombres, el resto del casting fue un auténtico despropósito. No se puede vender un reality como un gran formato con famosos cuando la mayoría han sido auténticos desconocidos para el gran público. Al final, Pesadilla ha sido más un reality de anónimos que un reality de famosos cuyo casting ni tan siquiera ha estado a medio gas.
Poca sensación de espectáculo
Basta con ver la expectación y el caso que le han hecho en otros programas de la cadena como Sálvame, El programa de Ana Rosa o en Ya es verano / Fiesta. Pesadilla en el paraíso es un reality aburrido y esto es lo peor que le puede pasar a un programa de este género, cuyos compañeros de cadena incluso le han ignorado en sus escaletas. Un programa que no ha tenido esa dosis de espectáculo que todo programa de prime time y más un reality debe tener.
A lo largo de las semanas, el espectador ha tenido la sensación de que, en realidad, no pasa nada. Tanto que Pesadilla en el paraíso ha tenido incluso que meter a cuatro nuevos concursantes para intentar sacar al programa una vez más de la UCI del share donde está metido. Puede que esto ayude o puede que alargue la agonía de un programa que, si está en antena, es porque cubre demasiadas franjas en Telecinco y la cadena no tiene otra mejor opción para sustituirlo. Amén de lo negativo que sería para la cadena el anunciar que cancela su programa estrella de la temporada.
Heredero de la crisis actual de Telecinco
Huelga decir que la actual crisis de Telecinco tampoco ha jugado a su favor. Sálvame vive por la tarde un pequeño oasis de audiencia con la aparición en escena de Patricia Donoso, pero habrá que ver cómo le afecta la llegada de Y ahora Sonsoles o cuando la actualidad de Donoso deje de interesar… Telecinco no pasa por su mejor momento y esa especie de desconexión de la audiencia con la cadena también la ha pagado el reality de Carlos Sobera y Lara Álvarez.
Un 'Supervivientes' a medio gas
Todo demasiado low cost, incluso hasta las pruebas. Telecinco ha querido estirar la esencia de Supervivientes con un reality con dificultades y pruebas y se ha topado con unas pruebas muy flojas, en ocasiones hasta ridículas y que, como decíamos anteriormente, carecen de ese espectáculo que necesita un gran programa de prime time.
Apostar por tramas y personajes agotados
Que el modelo de Telecinco está agotado es una realidad, pero la cadena parece que se resiste a aceptarlo del todo. Incluyó la trama del verano de Omar Sánchez y Raquel Lozano como su gran arma para resucitar la audiencia y para ésta fue indiferente. Apostar por otros personajes demasiado quemados como Mónica Hoyos, no ayudan a que el espectador se sorprenda o vea algo nuevo en televisión.
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