Son pocas las personas que no recuerden el grito oficial de La isla de las tentaciones en su primera edición. La voz desgarrada de Cristofer corriendo por la playa y gritando "¡Estefanía!", conquistó a toda España. Pues parece que la historia se repite, pero esta vez ha sido Javi, novio de Claudia, el concursante que no ha podido con la presión del programa.
Todo comenzaba cuando Sandra Barneda le mostraba las primeras imágenes. Mostrándose muy nervioso e incómodo como de costumbre, decidía ver las imágenes que el programa le tenía preparado con sus compañeros, gran apoyo de Javi en la aventura.
Fue en la segunda tanda de vídeos cuando no podía más y explotó como nunca, saltándose las normas del propio formato de Mediaset. Claudia aparecía muy cerca de Álvaro Boix, concursante de la pasada edición y con el que la catalana se ha mostrado muy cercana.
[Sandra Barneda pilla a una de las chicas "infringiendo las normas" de 'La isla de las tentaciones']
Pero la gota que colmaba el vaso de Javi era una secuencia en concreto; Claudia y Álvaro se pasaban el hielo de boca a boca, con un posible beso encubierto. "¿Es en la boca?", preguntaba retóricamente a sus compañeros de forma repetida.
"¡Quiero verla! Después de esta imagen necesito ver a mi novia y que me lo explique, porque yo ahí no la reconozco. Los bailes y lo que quieras, bueno, pero el beso en la boca no. No la reconozco y necesito sentarme con mi novia para que me explique qué le está pasando", afirmaba.
"Me siento mal, no he visto a mi novia así en mi vida. Una cosa es jugar y otra besarse en la boca con alguien. No la reconozco. ¿Cómo va a besarse en la boca con un chico que acaba de llegar y que conoce de un día? ¡Me quiero ir! ¡Me quiero ir!", repetía muy nervioso.
Tras unos minutos llorando y gritando cerca del set de grabación de las hogueras, sus propios compañeros alertaban al equipo del programa de que Javi estaba corriendo por la playa hacia la zona de la villa de las chicas. "Se está yendo, está corriendo".
En ese momento, un cámara seguía a Javi que no paraba de gritar el nombre de su novia desesperadamente. Por su parte, en la villa de las chicas una voz les obligaba a meterse en sus habitaciones ante la llegada del concursante: "Todo el mundo a sus habitaciones".